La presidencia de Bashar al Assad es una línea roja, advirtió el martes el jefe de la diplomacia europea, Walid Muallim, citado por la agencia SANA antes de su llegada a Montreaux (Suiza).
La presidencia de Bashar al Assad es “una línea roja”, advirtió el martes el jefe de la diplomacia europea, Walid Muallim, citado por la agencia SANA antes de su llegada a Montreaux (Suiza) en la víspera de la apertura de la conferencia de paz sobre Siria.
“La cuestión del presidente y del régimen son líneas rojas para nosotros y para el pueblo sirio. Nadie puede tocar la presidencia”, dijo el ministro de Exteriores.
Muallim añadió que nadie tiene derecho a quitarle la legitimidad a la Constitución, al Presidente o la ley, excepto el propio pueblo sirio, en respuesta a las declaraciones que hiciera el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en favor de excluir en un futuro gobierno de transición al mandatario sirio Bashar Al Assad.
“Sólo los sirios pueden decidir quién es presidente”, afirmó el ministro de Exteriores sirio.
Él reiteró “el deseo de Siria de hacer que la conferencia tenga éxito como primer paso para la apertura de un diálogo sirio-sirio en territorio sirio a fin de realizar las aspiraciones del pueblo sin injerencias extranjeras, sea donde sea”.
Él dijo que el diálogo es la solución al conflicto actual pero “mientras haya países en ese foro que estén financiando grupos terroristas, esto no tendrá éxito”.
“Venimos a Ginebra con la esperanza de lograr una posición siria e internacional unificada frente al terrorismo que golpea Siria y la región”, añadió.
El ministro se dirigió a la delegación opositora, representada por la Coalición Nacional Siria, para decirle que ellos habían fracasado en sus intentos por unir a la oposición. Él afirmó, además, que quien quiera hablar en nombre del pueblo sirio, “debe primero oponerse y rechazar cualquier acción terrorista”.
En cuanto a la exclusión de Irán de esta conferencia, Muallim dijo que era “un gran error”.