El gobierno turco ha reasignado a 96 jueces y fiscales y a 470 oficiales de policía en una nueva purga llevada a cabo por el ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan.

El gobierno turco ha reasignado a 96 jueces y fiscales y a 470 oficiales de policía en una nueva purga llevada a cabo por el ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan, en un momento en el que el Parlamento turco comenzó el debate para aprobar una polémica ley sobre el control gubernamental del Poder Judicial, señalaron medios locales el miércoles.

La Junta Suprema de Jueces y Fiscales (HSYK) cesó a 96 jueces y fiscales de sus puestos, incluyendo a cinco fiscales y varios jueces que supervisaron los juicios contra altos responsables militares acusados de conspirar contra el gobierno.

Un total de 470 oficiales de policía, incluyendo a varios jefes de departamento, han sido igualmente expulsados de sus puestos en esta última purga de la Policía y de otras instituciones del Estado que se inició poco después que la investigación sobre la corrupción de altos cargos del país y sus familiares se hiciera pública el mes pasado.

Los actuales ceses se han producido después de que el HSYK expulsara anteriormente a 20 fiscales de sus puestos, incluyendo al fiscal jefe de Estambul, y alguno de los que trabajan en las investigaciones dirigidas contra los aliados de Erdogan.

Diversos detalles sobre las alegaciones de corrupción no han sido hechos públicos, pero se cree que tienen que ver con los proyectos inmobiliarios y de construcción así como con el comercio de oro de Turquía con Irán. Erdogan, por su parte, ha culpado a una conspiración exterior de estar detrás del escándalo.

El Parlamento inició un debate el martes sobre una ley dirigida a incrementar el control del gobierno sobre el HSYK, el organismo de gobierno de los jueces.

Estos ceses tienen lugar cuando Erdogan se dispone a realizar su primera visita a Bruselas en cinco años y cuando la UE ha mostrado su preocupación por los ataques contra la independencia de las instituciones estatales en Turquía.