23-11-2024 07:27 PM Tiempo de Jerusalén

El terrorismo en el Líbano, parte de un complot internacional

El terrorismo en el L&iacutebano, parte de un complot internacional

La erupción de la crisis en Siria ha afectado la seguridad y estabilidad de la mayoría de países vecinos, incluyendo el Líbano.

Mohamed Salami

La erupción de la crisis en Siria ha afectado la seguridad y estabilidad de la mayoría de países vecinos, incluyendo el Líbano. Los cohetes, coches bomba y otras formas de ataques terroristas han sacudido el territorio libanés.

Las fuerzas locales, regionales e internacionales y sus máquinas mediáticas han acusado falsamente a Hezbolá de ser el responsable de algunos recientes atentados que han golpeado el Líbano, afirmando que la intervención militar del partido en Siria ha empujado a los militantes a llevar a cabo actos terroristas en diferentes partes del Líbano.

Los ataques takfiris contra las ciudades libanesas y sirias y el lanzamiento de cohetes contra la ciudad libanesa de Hermel y el Suburbio del Sur de Beirut marcaron el principio de esta ola terrorista. Los militantes takfiris provocaron entonces una escalada en sus atentados enviando coches bomba a Bir al Abed, Ruwais, Bekaa y Haret Hreik, en el Suburbio.

Las afirmaciones del 14 de Marzo refutadas

La justificación de estos atentados, atribuyéndolos a la intervención militar de Hezbolá en Siria, dominó la retórica del 14 de Marzo, que buscó en vano manchar la reputación del partido y debilitar su apoyo social.

El argumento del 14 de Marzo, sin embargo, olvida ciertos hechos que lo desvirtúan y refutan.

Cuando la crisis siria fue orquestada por los países occidentales, el proyecto sionista-occidental explotó a los grupos takfiris armados de todo el mundo para hacer frente al eje de la resistencia en Oriente Medio, buscando destruir la nación siria.

Los grupos takfiris extranjeros en Siria amenazaron con tomar como blanco a Hezbolá y sus seguidores mucho tiempo antes de que el partido contemplara incluso la posibilidad de intervenir en Siria.

De este modo, Hezbolá y su gente se convirtieron en el principal objetivo de este complot takfiri, que ha estado preparándose desde hace mucho tiempo en el Líbano.

El 14 de Marzo, socio de los grupos takfiris

El analista político Salim Zahran señala que el 14 de Marzo ha funcionado como un socio pleno de estos grupos takfiris, suministrándoles una cobertura de seguridad y política, mediante la justificación de sus actos terroristas.

Zahran se refirió al caso del alcalde de Arsal, que obtuvo una plena protección política del 14 de Marzo después de que liderara a un grupo de militantes que mataron e hirieron a soldados del Ejército libanés en dicha ciudad, fronteriza con Siria.

Grupos Wahabi-Takfiris: un perfil histórico

En su batalla contra la Unión Soviética, EEUU reclutó a grupos wahabi-takfiris en Afganistán para luchar contra los rusos y este hecho llevó a la creación y perpetuación de estos grupos.

Zahran afirma que “miles de libaneses se unieron a aquellos grupos en Afganistán y los servicios de seguridad libaneses tienen listas de sus nombres”.

“Lo que está ocurriendo ahora es que las tendencias takfiris se expandieron, gracias a la Primavera Árabe, por los países árabes, incluyendo el Líbano”, añadió.

Zahran señaló que EEUU fue el co-fundador de los grupos wahabí-takfiris y se benefició de la experiencia británica a este respecto.

Él añadió que el Reino Unido ha sido el refugio de estos grupos y sus jefes han residido allí temporal o permanentemente desde hace mucho tiempo.

“La administración estadounidense concluyó que la doctrina wahabí-takfiri era la mejor para luchar contra el comunismo”, indicó.

“Basándose en el hecho de que las regulaciones estadounidenses impiden a la administración de EEUU financiar directamente a los grupos takfiris, Arabia Saudí fue escogida por Washington para jugar este papel estratégico”, señaló Zahran.

Osama bin Laden, ex amigo del rey actual de Arabia Saudí, lideró el nuevo grupo Al Qaida contra los rusos en Afganistán.

Tras la caída del bloque comunista, una parte de los grupos takfiris fundados por los servicios de inteligencia de EEUU y la de Arabia Saudí se rebelaron contra sus patrocinadores estadounidenses, aunque en una forma que servía los intereses norteamericanos, al presentar al Islam como la religión del terrorismo.

Como uno de los países afectados, el Líbano ha estado sufriendo este complot takfiri desde hace largo tiempo.

Según Zahran, células terroristas han estado siendo formadas en diferentes partes del Líbano desde hace mucho tiempo.

En 2000, un grupo militante vinculado a Al Qaida emboscó a una patrulla del Ejército en Duneyyah, en el norte del Líbano, matando y secuestrando a varios soldados.

Zahran añadió que después del asesinato del antiguo primer ministro Rafiq Hariri, la instigación sectaria llevó a algunos medios políticos libaneses a apoyar a los grupos terroristas, que comenzaron entonces a llevar a cabo atentados con explosivos y asesinatos en diferentes áreas del país.

En 2007, el Ejército libanésse enfrentó a Fateh al Islam, un grupo terrorista takfiri, en el campo palestino de Nahr al Barid, en el norte del Líbano.

El comentarista político libanés reveló que el terrorista Ahmad al Assir comenzó antes del estallido de la crisis siria a formar pequeños grupos terroristas cuyo carácter sectario se puso claramente de manifiesto en 2013, cuando ellos se enfrentaron al Ejército libanés, que les derrotó.

El terrorismo takfiri en el Líbano, directa o indirectamente, está actuando como parte de un complot internacional que busca atacar al eje de la resistencia en Oriente Medio con el fin de que el proyecto sionista pueda tener éxito en la región.

Se trata de un complot internacional que está promovido y financiado por EEUU y ayudado por el Reino Unido y Arabia Saudí. Dicho plan busca servir a las políticas imperiales al sembrar la semilla de la discordia sectaria en el Líbano y la región.