Las negociaciones de paz para Siria se iniciaron con mal pie el viernes en Ginebra, después del fracaso de la ONU de reunir en la misma sala a las dos delegaciones en el primer día de las negociaciones.

Las negociaciones de paz para Siria se iniciaron con mal pie el viernes en Ginebra, después del fracaso de la ONU de reunir en la misma sala a las dos delegaciones en el primer día de las negociaciones.

El emisario de la ONU para el conflicto sirio, Lajdar Brahimi, deseaba reunir a emisarios del presidente Bashar al Assad y a miembros de la oposición que viven en el extranjero a las 10 horas GMT en la misma sala, donde sólo el representante de la ONU habría tomado la palabra.

Sin embargo, finalmente las negociaciones serán indirectas a través de Brahimi. Él mantuvo, así, entrevistas con la delegación de Damasco, conducida por el curtido ministro Walid al Muallim y, más tarde, con el jefe de la Coalición Nacional Siria (CNS), según indicó la portavoz de Brahimi, Alessandra Velluci.

“Hace falta tener paciencia y ver cómo el proceso se desarrolla”, añadió la portavoz.

“Hacen falta intensas discusiones para saber qué procedimiento vamos a seguir”, subrayó.

Según fuentes en las dos delegaciones, la oposición se negó a sentarse en la misma mesa que los representantes del gobierno argumentando que la delegación oficial siria debía aceptar el principio de un gobierno de transición sin Assad antes de toda negociación directa.

En razón de tal obstinación, Brahimi podría concentrarse, así como los occidentales y los rusos, en la búsqueda de unos primeros pasos dirigidos a aliviar a la población.

Brahimi dijo que había indicaciones de que las delegaciones estaban dispuestas a discutir el envío de ayuda humanitaria, ceses del fuego localizados, especialmente en Alepo, y el intercambio de prisioneros.

Una parte de la ecuación reside igualmente en la capacidad de los “patrocinadores” de los dos campos, EEUU por la oposición y Rusia por el gobierno sirio, para maniobrar detrás del telón.

Para los responsables sirios, los representantes de la oposición no son serios y no quieren la paz.

“La parte opositora no es seria”

El ministro sirio de Exteriores, Walid Muallim, ha informado a Brahimi que “la delegación oficial siria abandonará mañana sábado Ginebra si no existen posibilidades de llevar a cabo sesiones de trabajo serias. “La otra parte no es seria y no está dispuesta a llevar a cabo conversaciones de paz”.

“El problema de estas personas es que no quieren la paz. Ellos vienen aquí con precondiciones”, dijo el viceministro de Exteriores, Faisal Moqdad.

Por su parte, el ministro de Información, Omran al Zubi, afirmó que la delegación siria está en Ginebra para defender a su país y a su gente, subrayando que lo que es necesario es que las discusiones “sean serias y estén alejadas de las ilusiones”.

Diplomáticos y observadores se hacen pocas ilusiones sobre estas negociaciones pero recuerdan que el simple hecho de que los dos campos aceptaran ir a Ginebra es todo un acontecimiento.

El primer ciclo de negociaciones durará “hasta finales de la semana próxima”, es decir el 31 de enero.

“Sabemos que esto llevará tiempo y si esto debe ampliarse un día, se hará. Sabemos que no será un proceso fácil”, dijo un alto responsable del Departamento de Estado de EEUU.