Egipto ha mostrado su sorpresa por la decisión de EEUU, su aliado desde hace largo tiempo, de excluirle de una cumbre EEUU-África de alto nivel que ha sido convocada por el presidente estadounidense, Barack Obama.

Egipto ha mostrado su sorpresa por la decisión de EEUU, su aliado desde hace largo tiempo, de excluirle de una cumbre EEUU-África de alto nivel que ha sido convocada por el presidente estadounidense, Barack Obama.

De este modo, Egipto ha quedado unido al “club de los parias” africanos de Washington, al que también pertenecen Sudán y Zimbabwe, que han sido igualmente excluidos de esta cumbre, que reunirá a EEUU y 47 países africanos el próximo mes de agosto.

Los responsables estadounidenses afirman que Egipto no ha sido invitado porque ha quedado suspendido de la Unión Africana tras el derrocamiento de Mohammed Mursi por un golpe militar el pasado mes de Julio.

El portavoz del Ministerio de Exteriores egipcio, Badr Abdel Bati, dijo que la decisión de EEUU era “un error” y mostraba una “falta de visión”.

Egipto ha rechazado además los argumentos norteamericanos porque la cumbre no ha sido convocada bajo los auspicios de la Unión Africana y es simplemente un encuentro de alto nivel de los países africanos y EEUU, dijo el portavoz.

EEUU no ha querido describir el derrocamiento de Mursi el pasado año como un “golpe de estado”, lo cual habría provocado la suspensión automática de toda la asistencia estadounidense a Egipto, pero si ha bloqueado una parte de los 1.500 millones de dólares de ayuda militar anual que envía cada año debido al “fracaso del Ejército egipcio en moverse rápidamente hacia la elección un gobierno civil”.

Egipto celebró recientemente un referéndum sobre la nueva constitución, redactada por las nuevas autoridades apoyadas por los militares, pero el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijo que “no es una votación lo que determina una democracia”.