El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, ha corregido la cifra de muertos producidos en los combates entre grupos armados en Siria desde el pasado 3 de enero y la ha elevado de 1.400 a 2.000.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, ha corregido la cifra de muertos producidos en los combates entre grupos armados en Siria desde el pasado 3 de enero y la ha elevado de 1.400 a 2.000, afirmando que los otros 600 habían sido ocultados por los antagonistas, que intentan minimizar siempre el número de bajas.
En lo que respecta a los últimos combates fraticidas entre las milicias de la insurrección, parece, según el periódico Al Akhbar, que el Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) está ganado posiciones en la provincia de Alepo. En la localidad de Manbay, que ahora controla, ha llevado a cabo una campaña de registros para localizar y detener a los dirigentes de las otras milicias, en este caso de la Brigada al Tauhid (Hermanos Musulmanes). El EIIS ha incendiado las viviendas de los miembros de esa milicia así como dos sedes de la misma.
En Yabal Zawiyé, se han producido 4 muertos en los combates entre milicianos del Frente Islámico, apoyados por Arabia Saudí, y otros del Frente al Nusra. Después de haber luchado juntos para desalojar a los militantes del EIIS de la localidad, ambos grupos se han enfrentado por el botín y se han producido choques armados entre ambos.
El OSDH señala que el Ejército ha aprovechado estos combates para seguir su avance y se ha apoderado de un depósito de armas de los milicianos en la localidad de Darkush y ha dado muerte a un número indeterminado de militantes que allí se encontraban.
El EIIS se beneficia de la llegada de nuevos yihadistas extranjeros que se unen a sus filas y participan en los combates contra los otros grupos.