El Congreso Europeo de Solidaridad con el Pueblo de Bahrein acuerda mostrar su incondicional apoyo a la población de este país.
El Congreso Europeo de Solidaridad con el Pueblo de Bahrein acuerda mostrar su incondicional apoyo a la población de este país, víctima de una represión salvaje y continuada de su propio régimen y de una invasión de tropas extranjeras encabezadas por las fuerzas militares de Arabia Saudí.
La represión contra el pueblo de Bahrein ha venido simbolizada por la destrucción del monumento situado en la Plaza de la Perla, epicentro de las manifestaciones en favor de la libertad que tuvieron lugar en Manamá y otras ciudades en febrero y marzo. El propio desalojo de la plaza, realizado por tanques y helicópteros, causó centenares de muertos y heridos, incluyendo mujeres, niños y ancianos, cuyo único crimen era pedir libertad, democracia y el fin de las torturas y vejaciones que caracterizan la actuación del régimen de la familia Al Jalifa en Bahrein.
Poco después, las tropas saudíes y bahreiníes cercaron numerosas localidades cortándoles la energía eléctrica y situando obstáculos en las carreteras para controlar a la población. Esto ha venido acompañado del asalto a hospitales, como el de Suleimaniya, donde los pacientes, médicos, enfermeras y el personal sanitario han sido arrestados y torturados.
Esta represión contra médicos y profesionales sanitarios por el solo hecho de cumplir con su obligación profesional de atender a los heridos viola todas las normas y reglas éticas internacionales y debería ser objeto de una firme condena internacional. Asimismo, la condena de activistas por la democracia por el solo de pedir para el pueblo de Bahrein los mismos derechos que vienen contenidos en la Declaración de la ONU y demás convenios internacionales supone otra afrenta inaceptable a la ley y a la decencia internacional.
El Congreso desea destacar en particular el heroico papel desempeñado por las mujeres en la lucha por la libertad en Bahrein y muestra su solidaridad con todas las detenidas, incluyendo la poetisa Ayat al Qarmezi, y exige la inmediata liberación de todas ellas.
Además el Congreso demanda:
- la inmediata liberación de todos los presos políticos de Bahrein.
- la inmediata puesta en marcha de las reformas políticas que el pueblo de Bahrein demanda y que garanticen libertades y derechos para todos los ciudadanos, incluyendo el de elegir democráticamente su forma de gobierno, conforme a la legislación internacional.
- la retirada de las tropas invasoras saudíes y de otros países del Golfo y el cese de la injerencia de estos países en los asuntos internos de Bahrein.
- el fin de las torturas, vejaciones sexuales y otros maltratos cometidos por las fuerzas de seguridad en Bahrein.
- el procesamiento por crímenes de guerra y contra la humanidad en un tribunal internacional del rey de Bahrein, Hamad bin Isa al-Khalifa, y todos los miembros de su entorno y gobierno que son culpables de tales hechos, y del rey de Arabia Saudí, Abdula bin Abdul Aziz, y todos los miembros de su entorno y gobierno que, en cualquier nivel de decisión, hayan tomado parte de la invasión de Bahrein. Asimismo, es necesario el procesamiento de todos los militares y miembros de las fuerzas de seguridad bahreiníes y saudíes culpables de crímenes contra el pueblo de Bahrein.
El Congreso también muestra su solidaridad con todas las muestras de apoyo al pueblo de Bahrein que tienen lugar en diversos países y muy particular a las manifestaciones habidas en las ciudades saudíes en favor del pueblo bahreiní y por la democracia y la libertad en la propia Arabia Saudí.