El jefe del Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) en la ciudad iraquí de Ramadi ha muerto en un enfrentamiento con el Ejército iraquí en el barrio de Buferay.
El jefe del Estado Islámico en Iraq y Siria (EIIS) en la ciudad iraquí de Ramadi ha muerto en un enfrentamiento con el Ejército iraquí en el barrio de Buferay.
Fuentes tribales afirman que el líder muerto era iraquí y vivía habitualmente en el área de Al Daura, al sur de Bagdad.
Fuentes militares señalaron, por su parte, que las fuerzas iraquíes mataron el domingo a otros cuatro militantes del EIIS al sur de Ramadi, que es la capital de la provincia iraquí de Anbar y se haya parcialmente ocupada por el EIIS. Otros cinco militantes fueron arrestados durante la operación.
Las mismas fuentes señalan que el Ejército ha destruido 75 reductos terroristas en Ramadi desde el inicio de la operación militar contra esa ciudad el pasado mes.
En el norte del país, Mosul, el Ejército ha arrestado a 17 militantes y ha confiscado sus armas y municiones. El Ejército acusó a los arrestados de estar implicados en la colocación de bombas y en varios asesinatos.
“El Ejército confiscó 44 explosivos improvisados, 34 bombas adherentes, 30 obuses y otros explosivos”.
Ejército bombardea Faluya
Por otro lado, el domingo el Ejército iraquí intensificó los ataques aéreos y artilleros contra la ciudad de Faluya. Al menos siete residentes resultaron muertos, aunque no se sabe si hay entre ellos militantes terroristas.
Cabe señalar que Faluya ha estado ocupada por el EIIS desde principios de enero. El Ejército iraquí ha establecido un cerco alrededor de la ciudad y ha mantenido frecuentes enfrentamientos con militantes que se hayan en su interior. Hasta ahora, sin embargo, se ha abstenido de un asalto contra Faluya con el fin de dar a los líderes tribales locales tiempo para convencer a los militantes de que abandonen la ciudad.
“Ya no hay tiempo para conversaciones y tememos que una solución militar esté ceca”, dijo un imam local en Faluya, ciudad donde se libraron dos grandes batallas con las tropas estadounidenses en 2004. “Una tercera batalla está próxima”.