Hezbolá teme que el hecho de haber atacado al Ejército libanés podría significar el preludio de atentados en las regiones donde él está desplegado o contra líderes políticos y religiosos cristianos.
Después del último atentado suicida de Haret Hreik, en el Suburbio del Sur de Beirut, que mató, entre otros, a dos sunníes y causó heridas a numerosos sunníes, y después de las amenazas del Estado Islámico en Iraq y Siria contra el Ejército libanés, al que acusó de ser el “ejército de la cruz”, Hezbolá está convencido de que los objetivos del terrorismo en el Líbano no se limitarán a las zonas favorables a la Resistencia.
Una fuente responsable del partido cree que los terroristas van a adoptar diversos métodos para extender el desorden y provocar la mayor destrucción que puedan. Hezbolá teme que el hecho de haber atacado al Ejército libanés podría significar el preludio de atentados en las regiones donde él está desplegado o contra líderes políticos y religiosos cristianos.
Estas mismas fuentes no excluyen tampoco que los grupos terroristas ataquen lugares de culto o instituciones educativas cristianas. También pueden llevar a cabo operaciones en regiones de mayoría sunní para propagar la discordia en todo el Líbano.
Paralelamente, Hezbolá ha reforzado sus medidas de seguridad para proteger a los altos responsables del partido e incrementar la cooperación con las fuerzas de seguridad en la persecución de los terroristas.
Hezbolá cree también, por los datos de que dispone, que los acontecimientos sobre el terreno en Líbano y en Siria ya no están bajo el control de aquellos que apoyan el terrorismo. Una fuente del partido señala que si en los próximos 6 meses no se alcanza una solución política en Siria, las llamas podrían extenderse a otros estados de la región, incluyendo los países del Golfo, que patrocinan el terrorismo. Lo que pasa en Egipto es la primera señal precursora de estos acontecimientos.