El islamismo político es, sin duda, la principal víctima de los años del presidente Abdelaziz Buteflika.
Divididos en un conjunto de formaciones, los islamistas argelinos no han logrado federarse alrededor de un proyecto común. El resultado es que sus oportunidades de lograr una amplia representación en las próximas elecciones han disminuido.
El islamismo político es, sin duda, la principal víctima de los años del presidente Abdelaziz Buteflika. Sin embargo, no hace tanto tiempo que sus diferentes componentes eran los únicos que podían rivalizar con la corriente nacionalista dominante. Encarnado en un primer momento por tres partidos -el Movimiento de la Sociedad por a Paz (MSP), próximo a los Hermanos Musulmanes, An Nahda y Al Islah- el movimiento islamista argelino se ha dividido ahora en más de 20 formaciones y en micropartidos y esto reduce considerablemente su influencia. Las medidas políticas de abril de 2011, llevadas a cabo por Abdul Aziz Buteflika en el momento de las revoluciones árabes (ley sobre nuevos partidos, apertura del sector audiovisual, levantamiento del estado de emergencia en vigor desde hace 20 años) han contribuido igualmente a reducir su representación en las instituciones.
A pesar de los intentos de Abderrezak Mukri, nuevo patrón del MSP, de federar a todas las corrientes alrededor de una candidatura única para las elecciones presidenciales del 17 de abril, han fracasado debido a problemas de liderazgo. El resultado es que, a menos de tres meses para las elecciones, los islamistas parecen confusos y oscilan entre aquellos que apoyan un boicot o los que prefieren participar pese las divisiones.
Amar Gul, la estrella ascendente del islamismo argelino
El principal partido de este movimiento, el MSP , no se ha recuperado de la hemorragia que ha sufrido en estos últimos meses. Después de la Primavera Árabe, han aparecido las decepciones. La incapacidad de los Hermanos Musulmanes tunecinos, egipcios y, en menor medida marroquíes, a gestionar correctamente sus países ha enturbiado el ánimo de sus partidarios.
Asimismo, un viento de disidencia ha afectado a un gran número de cuadros del primer partido islamista argelino, incluyendo a su estrella ascendente, Amar Gul, el ministro de Transportes. Este último prefirió continuar al lado de Abdul Aziz Buteflika mientras que el MSP decidió abandonar la Alianza presidencial en febrero de 2012.
Él ha creado su propia formación, TAJ (Reagrupamiento para la Esperanza de Argelia), de tendencia nacional-islamista para aliarse con el FLN en apoyo de una nueva candidatura para el presidente saliente. Su salida ha privado al partido de una importante suma financiera. Pragmáticos, los hombres de negocios que habían apoyado a Mahfud Nahnah, el fundador del MSP fallecido en 2003, han escogido seguir a Gul. Otra gran figura en haber tomado distancias es Abdelmayid Menasra, antiguo ministro de Industria, que ha creado la Fuerza del Cambio.
Estas turbulencias no han frenado las ambiciones de los islamistas. Cuando las elecciones presidenciales se aproximaban, ellos plantearon tres reivindicaciones: creación de una comisión independiente para la organización del escrutinio, salida del gobierno Sellal y aplazamiento de la reforma constitucional. Las dos primeras han sido ignoradas por el poder, mientras que la tercera no ha podido ser acometida debido al estado de salud de Buteflika.
Jeune Afrique