EEUU ha defendido su estrategia diplomática en Siria y ha negado que su secretario de Estado, John Kerry, haya pedido a los senadores estadounidenses armas para los rebeldes sirios.
EEUU ha defendido su estrategia diplomática en Siria y ha negado que su secretario de Estado, John Kerry, haya pedido a los senadores estadounidenses armas para los rebeldes sirios.
Una polémica ha estallado en los medios estadounidenses después de las declaraciones de influyentes senadores. Éstos afirmaron que Kerry había admitido durante un encuentro este fin de semana en Munich que la política de Washington hacia Siria había fracasado y debía cambiar.
“Nadie en el seno del gobierno piensa que hemos hecho bastante para resolver la crisis humanitaria y poner fin a la guerra civil”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
Ella dijo haber asistido a la reunión entre Kerry y una veintena de senadores, incluyendo el republicano John McCain, al margen de la Conferencia sobre Seguridad de Munich. “En ningún momento Kerry declaró lo que ha sido citado, es decir, que el proceso diplomático había fracasado”, afirmó la portavoz.
“Ellos han discutido las opciones que el gobierno ha tenido siempre a su disposición”, insistió Psaki.
En lo que se refiere a la cuestión de armar a los terroristas sirios, Psaki dijo: “En ningún momento, él (Kerry) planteó la cuestión y lo que se ha publicado es sólo una mala descripción de lo que él dijo. Éste es el caso de algunos miembros (del Senado) que proyectan lo que ellos quieren oír y no declaran lo que fue discutido de forma fidedigna”. Ella se refería aquí a los halcones belicistas John McCain y Lindsey Graham, que fueron los que filtraron las conversaciones.
Ella afirmó que EEUU “debe, a buen seguro, examinar qué más se puede hacer”, pero añadió que no habría “ningún cambio de estrategia en Siria”.
John McCain es un belicista que ha estado pidiendo una intervención militar estadounidense en Siria y reclama que se envíen armas a los grupos armados que luchan contra el gobierno sirio. Según él y Graham, Kerry les habría dicho que EEUU había llegado a un punto en el que “iba a cambiar de estrategia”.