En el momento del anuncio en los medios de comunicación de la entrega del acta de acusación del TEL en el Ministerio de Justicia, los libaneses estaban reunidos delante de sus televisores en las tiendas, coches y casas
En el momento del anuncio en los medios de comunicación de la entrega del acta de acusación del Tribunal Especial para Líbano (TEL) en el Ministerio de Justicia, los libaneses estaban reunidos delante de sus televisores en las tiendas, coches y casas.
Los transeúntes también intercambiaban información: “el acta de acusación en el caso del asesinato de Hariri ha sido anunciada”. La mayoría de los libaneses estaban preocupados por la posibilidad de que este anuncio constituyera la chispa que hiciera arder algunas áreas “sensibles”, como Tariq Jdid, Bakkar Aisha, Mazraa, Qoreytem, y el lugar de los mártires.
Se esperaban igualmente concentraciones de los seguidores de las fuerzas del 14 de Marzo, especialmente los del Movimiento del Futuro, que celebró “este momento histórico especial de la vida política, judicial, moral y de seguridad”, como lo calificó el ex primer ministro Said Hariri. Sin embargo, y para sorpresa de todos, el silencio reemplazó a todas las previsiones. En las calles de la capital, Beirut, la población no mostró ninguna reacción, ni positiva ni negativa. Ellos continuaron con sus ocupaciones cotidianas, como si nada hubiera pasado.
En efecto, esta calma parece sorprendente para la mayoría de los libaneses tras los múltiples años de campañas mediáticas y políticas y de intimidaciones y amenazas de divisiones políticas y confesionales. Los estudiantes de los institutos de enseñanza media, así como sus padres parecían más interesados por los resultados de los exámenes oficiales y hubo muchos fuegos artificiales en el cielo de la capital y el suburbio del Sur para celebrar el éxito.
Así pues, y por primera vez en la historia de Líbano, los libaneses han dado su prioridad a los temas cotidianos y han dejado del lado las motivaciones e incitaciones políticas. Pese a todo, los beirutíes no minimizan el anuncio de la publicación del acta de acusación.
“Todo el mundo esperaba el acta de acusación, sobre todo los partidarios del ex primer ministro mártir Rafiq Hariri, pero después de todos estos años de tensiones, acontecimientos, elecciones y dimisiones comprendimos que el precio de esta acta era demasiado caro y que podría romper la paz. Por este motivo, la mayoría prefiere continuar silenciosa. No podemos más que intercambiar un “mabruk” (felicitación en árabe)”, dijo un ciudadano de la capital en una entrevista.
En el suburbio del sur de Beirut, bastión de la Resistencia, el anuncio de la acusación equivalió al anuncio del fallecimiento de un paciente que se estaba muriendo desde hace mucho tiempo. Los residentes fueron unánimes al afirmar que la acusación era un juego político dirigido primeramente contra Siria y, a continuación, contra los cuatro oficiales y Hezbollah. Los partidarios de la Resistencia insisten en que serán los primeros defensores de su patria y de sus dirigentes, si el tribunal decide ordenar el arresto por la fuerza de las personas mencionadas en las órdenes de detención.
"¿Necesitamos una gran cantidad de análisis para entender que esta acusación no sirve más que a Israel? Yo no le tengo miedo a este anuncio”, dijo un vendedor en Haret Hreik. La mayoría de los entrevistados expresó también su ira contra la clase política libanesa, cuya actuación “sólo perjudica los intereses del pueblo”, que continúa reclamando sus derechos vitales básicos.