Turquía ha decidido cerrar todas las oficinas de la Coalición Nacional Siria en su territorio.
Turquía ha decidido cerrar todas las oficinas de la Coalición Nacional Siria en su territorio. La primera en ser cerrada ha sido la de Estambul, que estaba en una de las torres próximas al aeropuerto. La razón esbozada era que ella molestaba a los vecinos debido a las entradas y salidas incesantes de personas y a las extremas medidas de seguridad establecidas en el lugar.
Estas medidas se reforzaron cuando el guardaespaldas del jefe de la Coalición, Ahmad al Yarba, sospechó la presencia de un coche bomba, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a evacuar la totalidad del edificio sembrando una gran confusión. Fue entonces cuando el propietario del edificio llamó a la policía y expulsó sin miramientos a todos los que se hallaban en la oficina de la Coalición.
El pasado domingo, una segunda oficina, la de Gazi-Antab, una localidad turca situada en las proximidades de Siria, fue también cerrada. La razón invocada esta vez fue las supuestas amenazas de Al Qaida.
Los responsables de la Coalición han intentado obtener explicaciones de las autoridades turcas, pero en vano. Ellos están ahora buscando otro país para establecer su sede, pero parece que no lo tienen fácil, dado que otro de sus patrocinadores, Qatar, no está ya dispuesto a alojarles por las mismas razones que Turquía.
Según el canal de televisión Al Alam, que cita fuentes turcas, las razones del cierre no tienen que ver con la seguridad sino que son puramente políticas.
Después de la victoria del ala pro-saudí en el seno de la Coalición, tras la designación como su presidente de Ahmad Yarba, conocido con sus vínculos con la Inteligencia saudí, las cosas han ido mal con los turcos y los qataríes. Más de cuarenta miembros de la Coalición la han abandonado para protestar contra los intentos de Arabia Saudí de dominar por completo a esta oposición.
Esta influencia saudí se ha dejado sentir sobre el terreno también y el así llamado Frente Islámico, una coalición de grupos wahabíes, se ha impuesto al Ejército Sirio Libre, dirigido por Selim Idriss.
En revancha, los turcos y qataríes intentan reavivar el Consejo Nacional Sirio, un órgano dominado por los Hermanos Musulmanes y que abandonó recientemente la Coalición para protestar por su participación en la Conferencia de Ginebra-2. Las oficinas del Consejo han sido reactivadas tanto en Estambul como en Gazi-Antab.