Lajdar Brahimi admitió el martes dificultades para el avance de las conversaciones reiniciadas esta semana, pero expresó su disposición de realizar todos los esfuerzos para conseguir su despegue.
El mediador en el proceso de paz para Siria, Lajdar Brahimi, admitió el martes dificultades para el avance de las conversaciones reiniciadas esta semana, pero expresó su disposición de realizar todos los esfuerzos para conseguir su despegue.
"No hemos logrado mucho progreso, pero haré lo posible para que el proceso despegue", dijo Brahimi en conferencia de prensa en el Palacio de las Naciones.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe consideró que para obtener resultados es necesaria la cooperación de las partes en conflicto y también el apoyo desde el exterior.
"Llamamos a todos a ayudar para hacer que el proceso sea realista y para que Siria salga de esta pesadilla", dijo Brahimi.
Brahimi propuso discutir las principales cuestiones que dividen a las delegaciones rivales. Brahimi propuso discutir el fin de la violencia el martes y la formación de un órgano de transición el miércoles, dijeron los delegados.
Ambos temas han causado profundas diferencias. Un tema principal es el papel del presidente Bashar al Assad en un órgano de transición. El gobierno ha dicho que no discutirá su salida del poder mientras que la oposición ha hecho de este tema una de sus principales reivindicaciones.
Mekdad: no habrá progresos sin una declaración contra el terrorismo
El viceministro de Asuntos Exteriores sirio, Faisal Mekdad, ha señalado que no se ha fijado una agenda para las negociaciones, mientras culpó a la oposición por su negativa a discutir el tema del terrorismo. Él dijo que el gobierno considera a todos los que luchan en Siria como terroristas. “Hoy fue un día perdido porque los representantes de la coalición insisten en que no hay terrorismo en Siria”, dijo.
Él advirtió que el proceso de negociaciones no avanzará sin la firma de una declaración conjunta contra los grupos extremistas.
Por su parte, el portavoz de la de la CNS, Louay Safi, dijo que no había sido realizado “ningún progreso”.
La nación árabe enfrenta un conflicto desde hace casi tres años, alentado y financiado desde el exterior, y se estima que mercenarios de más de 80 países penetraron en ese territorio.
Muchos de estos individuos se sumaron a bandas como el Frente al-Nusra, vinculado a Al Qaida, y el EIIS y su propósito declarado es el de derrocar al gobierno para establecer en Siria y todo el Levante un califato.
Ésa es la razón por la cual la delegación del gobierno demanda priorizar el tema del terrorismo en la agenda, lo cual contrasta con la postura de la llamada Coalición Nacional Siria (CNS) que demanda analizar únicamente la creación de un órgano de transición política.
La CNS, una alianza surgida en Qatar y en la cual no están representadas las fuerzas de la oposición moderada. Ella responde a los intereses de potencias de Occidente y del Golfo que pretenden la salida del poder del presidente Bashar al Assad, algo que no está contenido en los pasados acuerdos de Ginebra I.
Las negociaciones para la búsqueda de una solución a la crisis comenzaron el 22 de enero en la ciudad suiza de Montreux y luego continuaron entre el 24 y el 31 de ese mismo mes en el Palacio de las Naciones.
Después de una pausa de 10 días, el proceso se reanudó esta semana y para el viernes está prevista una reunión trilateral entre el mediador de la ONU y representantes de Rusia y EEUU.
Según Brahimi, en sus encuentros de esta semana propuso a las partes discutir de manera paralela los asuntos que cada una de ellas considera prioritario.
El mediador viajará posiblemente la semana próxima a Nueva York para presentar un informe al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al Consejo de Seguridad sobre la marcha de las conversaciones.