Israel ha sido aceptado como estado observador en la Alianza del Pacífico, un bloque comercial formado por cuatro países de América Latina.
Israel ha sido aceptado como estado observador en la Alianza del Pacífico, un bloque comercial formado por cuatro países de América Latina -Chile, Perú, México y Colombia-, señalaron responsables políticos latinoamericanos.
Esta decisión, que fue aprobada el lunes durante una cumbre de la Alianza del Pacífico en Cartagena, ha dado lugar a que Israel se una a EEUU y Canadá como miembro observador de este organismo.
La aceptación de Israel se produjo después de las conversaciones entre el primer ministro, Benyamin Netanyahu, y los líderes de cada uno de los estados miembros, como parte del “desarrollo de nuevos mercados para la economía israelí”, dijo una declaración de la Oficina del primer ministro.
“Éste es un paso adicional en lo que respecta a segurar el crecimiento de la economía israelí. Estamos diversificando los mercados internacionales de Israel”, dijo Netanyahu.
Netanyahu visitará Colombia y México
El primer ministro israelí viajará a Colombia y México “en los próximos meses” en un intento de promover la cooperación con los países miembros de la Alianza del Pacífico, dijo su Oficina sin dar fechas.
La Alianza del Pacífico tiene un PIB conjunto de 2 billones de dólares, lo que equivale al 36% de toda América Latina, añadió la declaración.
Israel exporta en la actualidad bienes por valor de 864 millones de dólares a los países de la Alianza del Pacífico.
El pasado mes, Netanyahu se reunió con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en Davos para discutir la entrada de Israel como observador en la organización. Más recientemente, el primer ministro israelí se reunió con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y con el chileno, Sebastián Piñeira, y ambos confirmaron también su apoyo a la adhesión de Israel al bloque.
Esta semana el presidente peruano, Ollanta Humala, llegará a Israel para una visita de estado de tres días.
La Alianza del Pacífico es una estructura promovida por EEUU para contrarrestar a los bloques integradores de América Latina, tales como el ALBA, la CELAC o UNASUR.