Moscú y Pekín son unánimes al constatar que la amenaza terrorista en Siria se amplifica.
Moscú y Pekín son unánimes al constatar que la amenaza terrorista en Siria se amplifica, según se indica en un comunicado de la diplomacia rusa difundido tras un encuentro entre el viceministro de Exteriores ruso, Guennadi Gatilov, y el embajador de China en Moscú, Li Hui.
“Constatamos que la amenaza terrorista en Siria crece en amplitud y exige que todos los sirios unan sus esfuerzos para erradicarla”, se dice en el comunicado.
Críticas a la parcialidad de Brahimi
Los diplomáticos han evocado igualmente el comportamiento del mediador internacional Lakhdar Brahimi en las negociaciones intersirias en Ginebra.
“Los interlocutores se mostraron de acuerdo a la hora de afirmar que el enviado especial sobre Siria, Lakhdar Brahimi debe realizar su trabajo de manera objetiva e imparcial animando a las partes a buscar un compromiso y teniendo en cuenta sus intereses recíprocos sobre la base del comunicado de Ginebra del 30 de Junio de 2012”, subrayó el documento de la diplomacia rusa.
Moscú reprocha a Brahimi que haya realizado acusaciones unilaterales y que haya hecho recaer sobre Damasco la responsabilidad de la ausencia de progresos en las negociaciones de Ginebra.
La última ronda de negociaciones se cerró el 15 de febrero. Según los diplomáticos rusos, la tendencia de Damasco a privilegiar la lucha contra el terrorismo se explica por el hecho de que Siria no deja de atraer a “yihadistas y extremistas de todos los lugares”. Estos últimos se baten con las autoridades sirias para hacer triunfar su ideología extremista, señalaron los diplomáticos rusos y chinos.