Según la publicación israelí debka.com, Bandar bin Sultan, jefe del servicio de Inteligencia saudí y consejero de Seguridad Nacional del reino, no ha sido visto en público desde hace más de un mes.
Uno de los personajes más oscuros de la historia reciente de Oriente Medio podría estar a punto de desaparecer de escena. Según la publicación israelí debka.com, Bandar bin Sultan, jefe del servicio de Inteligencia saudí y consejero de Seguridad Nacional del reino, no ha sido visto en público desde hace más de un mes. Fuentes estadounidenses y saudíes habrían filtrado que él ha sido expulsado del círculo de toma de decisiones del régimen saudí.
No ha habido ninguna declaración oficial saudí acerca de un posible cambio en el estatus o la posición de Bandar. El príncipe, antiguo embajador en EEUU, desapareció, sin embargo, de la escena pública a mediados de enero. Fuentes saudíes afirmaron que él tenía previsto ir a Washington para preparar el próximo viaje del presidente de EEUU, Barack Obama, a Riad en la última semana de Marzo.
Bandar nunca llegó a Washington y nadie en Riad parece estar dispuesto a responder a preguntas sobre su paradero. Fuentes estadounidenses dijeron que él ha sido apartado de la esfera del poder por su carácter “errático” e “irresponsable”.
El jefe de la Inteligencia saudí irritó a los norteamericanos al suministrar armas y dinero a los militantes del Frente Islámico, que él mismo ayudó a crear el pasado año. Estos militantes atacaron luego al Ejército Sirio Libre, respaldado por Washington.
Algunas fuentes del Golfo afirman que él va a pagar el precio por el fracaso de la política saudí en Siria. Bandar prometió al rey Abdulá que él se encargaría de expulsar a Bashar al Assad del poder. Sin embargo, no sólo fracasó en esta misión, sino que generó un choque entre el reino saudí y la Administración Obama en el tema de Siria y el de Irán.
La mayor evidencia de su desaparición de la escena fue su ausencia de un cónclave secreto de dirigentes y jefes de inteligencia saudíes, que se reunieron para concretar una posición sobre Siria de cara a la visita de Obama..
El lugar de Bandar fue ocupado por el su adversario, el ministro del Interior, príncipe Mohammed bin Nayef.
Nayef es una de las personalidades favoritas de la Casa Blanca y amigo íntimo del secretario de Estado, John Kerry, y del jefe de la CIA, John Brennan.
La presencia de Nayef en el lugar de Bandar puede significar también que él va a sucederle como jefe del servicio de inteligencia saudí, aunque sin la formalidad de un anuncio oficial.
Una derrota para Netanyahu
Según debka.com, la caída de Bandar supone una derrota para el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, puesto que Bandar era el único líder de la región abiertamente opuesto a las políticas de Obama en relación a Irán y Siria.
Bandar mantenía vínculos secretos con el Mossad y buscó incrementar esta cooperación en contra de Irán. Teherán afirmó que Bandar visitó clandestinamente Tel Aviv en más de una ocasión.