El jefe de la Armada rusa, Víctor Chirkov, aseguró hoy que la escuadra desplegada en el mar Mediterráneo oriental será reforzada con submarinos diésel-eléctricos del proyecto denominado 636.3.

El jefe de la Armada rusa, Víctor Chirkov, aseguró hoy que la escuadra desplegada en el mar Mediterráneo oriental será reforzada con submarinos diésel-eléctricos del proyecto denominado 636.3.

Si relacionamos el futuro del grupo operativo de la Armada con los sumergibles del proyecto 636.3 que reforzarán próximamente la Flota del mar Negro, va a incrementar el potencial en grado notable, afirmó el almirante en declaraciones a la prensa.

Reiteró respecto a las misiones que cumple esta agrupación naval, que será absolutamente autosuficiente.

Chirkov recordó que en 2013 Rusia movilizó hacia el Mediterráneo oriental 12 unidades de combate y auxiliares, en particular el mayor crucero lanzacohetes de propulsión nuclear de las Fuerzas Armadas, el Pedro el Grande; y el portaviones Almirante Kuznetsov.

Según el jefe naval, estas fortalezas cumplen la misión de prevenir cualquier amenaza a las fronteras y a la seguridad de la Federación eurasiática. La práctica universal es mantener la flota donde haya intereses nacionales, reiteró el almirante.

Unidades navales rusas y chinas, junto a las de países europeos, brindan protección a los convoyes que retiran por el Mediterráneo los componentes de las armas químicas sirias que serán destruidas.

Seis submarinos del proyecto 636.3 deben entrar en disposición combativa dentro de la Flota del Mar Negro en 2016, tras la botadura del Novorossyisk a finales de noviembre en los astilleros de San Petersburgo.

Esta unidad será operativa a partir de 2015, según las fuentes.

Con 52 tripulantes, los diésel eléctricos del proyecto denominado por los ingenieros 636.3 desplazan 3.100 toneladas, alcanzan una velocidad de 20 nudos, una profundidad de inmersión de 300 metros y su arsenal incluye seis tubos lanzatorpedos de 533 milímetros y minas.

Por lo difícil que resulta su detección por los sonares y otros medios de vigilancia radioelectrónica, los oficiales de la OTAN bautizaron a este tipo de naves como "agujero negro", señalan las revistas especializadas.

Los sumergibles del proyecto 636.3, en cambio, pueden ubicar blancos a distancias hasta cuatro veces superiores a las de submarinos de su categoríaconstruidos en otros países, concluyen las fuentes.

Prensa Latina