El terrorista Naim Abbas ha revelado desde las primeras horas de su arresto la existencia de un plan para provocar un conflicto entre shiíes y sunníes en el Líbano y otro para atentar contra el canal de televisión Al Manar.

El terrorista Naim Abbas, implicado en varios atentados suicidas en el Suburbio del Sur de Beirut y el asesinato de personalidades políticas libanesas, ha revelado desde las primeras horas de su arresto la existencia de un plan para provocar un conflicto entre shiíes y sunníes en el Líbano y otro para atentar contra el canal de televisión Al Manar.

En efecto, según fuentes próximas a la investigación, citadas por el periódico libanés Al Akhbar, Naim Abbas, que es sospechoso de ser uno de los dirigentes de la Brigada Abdulá Azzam, confesó una serie de atentados suicidas mientras estaba todavía en el vehículo de los servicios de Inteligencia Militar que lo transportaba hacia el lugar del interrogatorio.

Abbas reveló lo que él llamó “una estrategia dirigida a ampliar el círculo de atentados y aumentar el número de víctimas de los mismos” añadiendo que “no hay ningún obstáculo ni aprensión por parte de de los atacantes suicidas para ejecutar su misión porque todos los que están implicados en este tipo de actos se benefician de una cobertura política y religiosa.” Poco importa que entre las víctimas haya civiles.

Naim declaró que el “objetivo de los atentados es el de incrementar el nivel de provocación contra Hezbolá a fin de hacer a este partido reaccionar contra la comunidad sunní, lo que ofrecería a estos grupos (los takfiris) un mayor margen de maniobra contra Hezbolá y su ambiente. Esto impediría, según tales cálculos, al Estado o incluso a ciertos partidos políticos ofrecer un apoyo a Hezbolá y animaría a algunos dignatarios religiosos y políticos a desencadenar una campaña contra el partido, lo que proporcionaría una mayor cobertura política y religiosa a cualquier acción dirigida contra él.

En sus confesiones, el terrorista Abbas reveló que el joven kamizake sirio que se hizo explotar en una caminiota de transporte público en la regiónb de Shueifat era uno de sus discípulos y había sido entrenado y equipado con un cinturón explosivo y un fusil Kalashnikov.

Interrogado sobre el verdadero objetivo del joven sirio, Abbas respondió que “el joven suicida tenía como misión la de dirigirse al edificio de la cadena de televisión de Al Manar”. Abbas precisó que el kamikaze tenía previsto llegar a la entrada del edificio del canal, abrir fuego contra los guardias y tratar de entrar en el mismo. Estaba previsto que otro atacante suicida lo acompañara en esta misión.

Según Abbas, “estaba contemplado además otro plan B en el que un tercer atacante suicida a bordo de un coche bomba debía intervenir y hacerlo explotar cuando una multitud se reuniera previsiblemente delante del edificio de Al Manar después del ataque de los anteriores terroristas contra el mismo.”