El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, aseguró que Rusia tiene dudas sobre la legitimidad de las nuevas autoridades ucranianas instaladas a través de un "motín armado".

El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, aseguró hoy que por el momento resultan invisibles para Moscú los interlocutores que existen en Ucrania, pues la legitimidad de ciertas instituciones provoca dudas y su reconocimiento por parte de algunos países deforma la realidad.

“Francamente, no tenemos con quién dialogar y la legitimidad de varias instituciones que están funcionando en Ucrania parece dudosa”, afirmó el jefe del Gobierno ruso. “Si algunos individuos que cruzan Kiev con pasamontañas negros y Kalashnikov son considerados un gobierno, sería difícil para nosotros trabajar con tal gobierno”.

Él añadió que es una aberración proclamar legítimo “el resultado de un motín armado.”

El primer ministro también habló de “una amenaza real para nuestros intereses y para la vida y seguridad de nuestros ciudadanos”.

El primer ministro ruso reiteró que la federación euroasiática cumplirá todos sus acuerdos con Ucrania, incluidos los del gas.

Sin embargo, “todos estos acuerdos tienen plazos” y “lo que pasará cuando expiren es una cuestión aparte que se deberá discutir con los directivos de las empresas ucranianas y con el gobierno, si éste aparece un día”, advirtió.

“Las relaciones económicas entre los dos países continuarán, ya que Ucrania es un socio importante”, concluyó Medvedev.