24-11-2024 07:51 PM Tiempo de Jerusalén

“No Dejaremos a Estos Hermanos en Prisiones”: Sayyed Hasan Nasralá

“No Dejaremos a Estos Hermanos en Prisiones”: Sayyed Hasan Nasralá

“Ninguna operación militar los devolverá (a los soldados capturados) ... los presos no serán devueltos, salvo por medio de una sola manera: negociaciones indirectas y un intercambio de prisioneros”.

El 12 de julio de 2006, la Resistencia Islámica Libanesa (brazo armado de Hezbolá) llevó a cabo una audaz operación de funcionamiento en el interior del territorio libanés ocupado, junto a la frontera con la Palestina ocupada en la zona de Jallat Wardah, cerca de la ciudad de Ayta al Shaab. La emboscada de la Resistencia produjo la captura de dos soldados sionistas y la muerte de muchos otros.

El objetivo era la captura de los soldados israelíes que viajaban dentro del Humvee blindado. Los combatientes de Hezbolá lanzaron proyectiles RBJ contra el vehículo. Dos de los cuatro soldados huyeron a un bosque cercano, mientras que los muyahidines capturaron a otros dos soldados, más tarde identificados como Ehud Goldwasser y Eldad Regev.

Un israelí tanque Merkava Mark II tanque, que estaba estacionado en las cercanías, trató de perseguir a los combatientes dentro del territorio libanés, pero fue alcanzado por un artefacto explosivo improvisado (IED), que causó la muerte a sus cuatro tripulantes. Los enfrentamientos provocaron, en total, la muerte de ocho soldados enemigos.

Un “grupo de limpieza” de Hezbollah recibió la misión de quemar el Humvee para borrar toda huella de los dos soldados o evitar dar al enemigo datos que revelarán su situación.

Al mismo tiempo, combatientes de la Resistencia se mantuvieron preparados para hacer frente a cualquier posible respuesta israelí.

Los dos soldados fueron sacados de la zona para un largo viaje...

El mismo día, Hezbollah emitió una declaración diciendo: “Con el fin de cumplir nuestra promesa de liberar a los prisioneros árabes que se hallan en cárceles israelíes, nuestros luchadores han capturado a dos soldados israelíes en el sur de Líbano.”

Más tarde, Sayyed Hassan Nasrallah, celebró una conferencia de prensa, en la que declaró: “Ninguna operación militar los devolverá (a los soldados capturados) ... los presos no serán devueltos, salvo por medio de una sola manera: negociaciones indirectas y un intercambio de prisioneros”.

Después de la operación de Hezbolá, el ejército sionista lanzó ataques aéreos, navales y terrestres contra objetivos en el Líbano, junto con un bloqueo naval contra el país, que fue seguido de una invasión por tierra. Hezbollah respondió lanzando cientos de cohetes contra el norte de los territorios ocupados, muchas de los cuales llegaron incluso hasta la ciudad portuaria de Haifa.

Por el lado de Hezbolá, la guerra demostró que sus combatientes poseían una capacidad de entrenamiento y de combate similar al de una división bien entrenada del ejército. Tecnológicamente, sorprendieron a Israel con la profundidad y el alcance de sus misiles. Misiles anti-buque dañaron seriamente un barco naval sionista y hundieron un carguero comercial frente a la costa libanesa en los primeros días de la guerra. Los misiles cayeron hasta el sur de Haifa. Por primera vez desde antes de la guerra de 1967, varios de los principales centros urbanos sionistas fueron atacados.
                                                                             
Esta guerra formó parte del más amplio conflicto entre Israel y Líbano, iniciado tras la primera invasión israelí del Líbano en 1978.

El miércoles 16 de julio de 2008, la entidad israelí y Hezbolá pusieron fin a una negociación indirecta, por medio de la cual Hezbolá entregó los cuerpos de los dos soldados israelíes capturados, a cambio de cinco detenidos libaneses: Samir Kuntar y cuatro muyahidines de Hezbolá capturados durante la guerra, y los cuerpos de aproximadamente otros 200 combatientes libaneses y palestinos detenidos por Israel. Kuntar y los otros combatientes liberados fueron recibidos con una bienvenida de héroes en Beirut.

En el día de hoy, sin duda, se reafirmó la Divina Victoria de la Invencible Resistencia en la Guerra de Julio de 2006.