Opositores al partido gobernante y al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, han distribuido una supuesta conversación grabada entre Erdogan y su hijo.
Un nuevo escándalo ha estallado en Turquía. Opositores al partido gobernante y al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, han distribuido una supuesta conversación grabada entre Erdogan y su hijo, en la que el primer ministro supuestamente admitía que había obtenido casi 1.000 millones de dólares de forma irregular.
Erdogan rechazó las acusaciones. Durante un discurso en el Parlamento, él dijo que los registros publicados de las escuchas eran falsos.
“No vamos a rendirnos ante estas personas. Se trata de un montaje desvergonzado. Este ataque va dirigido contra el primer ministro de Turquía”, dijo Erdogan.
Él añadió que las autoridades investigarían el tema de las escuchas a su teléfono y buscarían establecer la verdad. También dijo que tales delitos no quedarían impunes.
Por su parte, el fiscal general dijo que las escuchas han afectado a “miles de personas” y fueron llevadas a cabo en los pasados tres años.
Las autoridades turcas han acusado al líder del movimiento religioso Hizmet, Felthullah Gülen, un predicador que vive en EEUU, de crear “un estado dentro del estado”. Los hombres de Gülen habrían penetrado dentro de las fuerzas de seguridad de Turquía y ostentan muchas posiciones dentro del Poder Judicial y la Policía. Las escuchas telefónicas habrían permitido al movimiento de Gülen obtener datos comprometedores sobre el presidente, el primer ministro y el jefe de la principal agencia de inteligencia de Turquía.
El propio Erdogan ha pedido a Gülen que detenga sus provocaciones contra su gobierno. “Yo fui ingenuo. Yo hice todo lo que pude para apoyarle (a Gülen)”, dijo Erdogan en un acto electoral en la ciudad turca de Isparta, refiriéndose a su antigua relación con el predicador.
“Hace dos años, le pedí que volviera a Turquía. Él no lo hizo. Se lo pedí de nuevo. Si eres honesto y sincero, deja de sembrar la cizaña en el país”, afirmó.
El movimiento Hizmet (Servicio) de Gúlen apoyó al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan cuando éste llegó al poder hace 11 años. La alianza se rompió posteriormente tras el incidente de la flotilla humanitaria de Gaza el 31 de Mayo de 2010, en el que ocho turcos y un ciudadano estadounidense de origen turco fallecieron en un asalto de comandos israelíes. Gülen rechaza, al parecer, otros aspectos de la política exterior de Erdogan.
Erdogan ha acusado a los seguidores de Gülen en el Ejército y el Poder Judicial de estar detrás de las acusaciones de corrupción surgidas a raíz de un escándalo que estalló el diciembre de 2013 y llevó a una extensa remodelación del gobierno.
El 28 de febrero, el Parlamento turco aprobó una ley que cerrará miles de escuelas privadas, la mayor parte de las cuales pertenecen al movimiento de Gülen. Éste posee unas 4.000 escuelas privadas en el país, que están consideradas como una fuente principal de ingresos para el movimiento.
La red de escuelas será cerrada el 1 de Septiembre de 2015, según la ley. “Ellos van a perder 1.000 millones de dólares anuales. Eso es por lo que se han irritado”, dijo Erdogan.