Varias áreas del este y sur de Ucrania, de mayoría pro-rusa, han decidido celebrar también un referéndum sobre el estatus de sus regiones.
Varias áreas del este y sur de Ucrania, de mayoría pro-rusa, han decidido celebrar también un referéndum sobre el estatus de sus regiones.
Representantes de las administraciones locales de Odessa, Jerson y Mikolaiv han llamado a las autoridades de Crimea para expresarles su disposición a unirse al referéndum que la república autónoma tiene previsto celebrar el próximo 30 de Marzo, señaló el viceportavoz del Consejo Supremo o Parlamento de Crimea, Serhiy Tsekov.
Él dijo que la autonomía de Crimea podría ser extendida a otras regiones de Ucrania si los habitantes de las mismas expresan tal deseo. Algunos responsables de esas regiones han mostrado su deseo de unirse a Crimea si los poderes de esta república se incrementan como resultado del referéndum.
“Los habitantes de Crimea saludaremos cualquier vinculación a nuestros procesos por parte de otros procesos que tienen lugar hoy en día en Ucrania”, dijo el primer ministro de Crimea, Serguei Aksenov en una conferencia de prensa en la capital de Crimea, Simferopol.
Mientras tanto, en Crimea continúan las muestras de apoyo a la presencia de tropas rusas. Los vehículos con banderas rusas desfilan por las calles de Sebastopol y Simferopol y los ciudadanos, en su mayoría rusos, han recibido con entusiasmo la votación del Parlamento ruso para enviar fuerzas militares a Crimea y, en caso necesario, a otras partes de Ucrania.
Los ciudadanos de la república han saludado también la decisión del gobierno de Crimea de adelantar el referéndum sobre el estatus de la república al 30 de Marzo. El referéndum será, sin duda, el primer paso hacia una mayor independencia de la Península y podría llevar incluso a una secesión de Ucrania, como reclama la mayoría de la población, que muestra su rechazo a las nuevas autoridades de Kiev.
Los habitantes de Crimea han condenado la reciente ley que priva al ruso de su estatus de lengua oficial en Ucrania y creen que es el resultado del sentimiento anti-ruso de las nuevas autoridades.