Los misteriosos francotiradores de la Plaza Maidan, que dispararon y mataron e hirieron a policías y manifestantes opositores, estaban probablemente al servicio de grupos de la oposición pro-occidental.

Las autoridades de Estonia han confirmado la autenticidad de una conversación publicada en YouTube y por el canal de televisión Russia Today, en la que el ministro de Relaciones Exteriores de Estonia indicó a la Alta Representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, que los misteriosos francotiradores de la Plaza Maidan, que dispararon y mataron e hirieron a policías y manifestantes opositores, estaban probablemente al servicio de grupos de la oposición pro-occidental.

Sin adoptar una postura personal, el ministro estonio, Urmas Paet, informó a Ashton durante la conversación telefónica de sus dudas sobre la credibilidad del nuevo gobierno de la oposición ucraniana.

El ministro estonio ha confirmado la autenticidad de la grabación de su conversación telefónica con la Alta Representante de la Unión Europea y lamentó que ella hubiera sido espiada.

En la conversación, que data de hace una semana, el ministro estonio explicó a Ashton que, durante su visita a Kiev, él se entrevistó con Olga Bogomolets –una célebre dermatóloga vinculada a las manifestaciones de la plaza Maidan–, que le confirmó que, según las pruebas de que disponía, los misteriosos francotiradores de la plaza Maidan no eran miembros de las fuerzas de seguridad fieles al presidente Yanukovich, sino que estaban vinculados a la oposición.

“Lo que me preocupa particularmente es que la coalición en el poder en Kiev se niega a investigar estos hechos. Debemos ser conscientes de que no fue Yanukovich el que estuvo detrás de estos tiradores, sino alguien que en la actualidad forma parte de la nueva coalición”, dijo Paet.

El sitio de Red Voltaire ha subrayó, por su parte, que la presencia de misteriosos francotiradores que disparan al mismo tiempo contra policías y manifestantes opositores ha caracterizado las diferentes “revoluciones de colores” y “primaveras árabes” ocurridas desde 1989.

En el caso de los motines de la ciudad libia de Bengasi, en 2011, 4 miembros de las fuerzas especiales italianas confesaron, después del derrocamiento de Muammar al Gadafi, haber sido enviados por la OTAN para desatar una guerra civil disparando sobre ambos bandos.