Las advertencias sobre la catástrofe que constituiría una suspensión de pagos se multiplicaron el jueves en Washington.
Las advertencias sobre la “catástrofe” que constituiría una suspensión de pagos se multiplicaron el jueves en Washington, mientras que las negociaciones entre Barack Obama y sus oponentes republicanos acerca de la ampliación del límite de la deuda podrían continuar este fin de semana.
El director general del banco estadounidense JPMorgan Chase expresó su preocupación el jueves por el estancamiento político actual, horas antes del inicio de una quinta ronda de negociaciones consecutivas en la Casa Blanca, prevista para las 16:15 (20:15 GMT).
Según el banquero, una suspensión de pagos podría ser una “catástrofe” y sería “irresponsable asumir el riesgo.”
Esta nueva advertencia se produce después de otra advertencia de Moody, una de las principales agencias de calificación financiera, que ha colocado al Estado Federal de EEUU “bajo vigilancia con vistas a una posible reducción” de su calificación.
El jueves, el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, instó a los políticos del país, en una sesión ante la Comisión Bancaria del Senado, a escuchar el mensaje de las agencias de calificación.
“Ya estamos viendo que las agencias amenazan con reducir nuestra calificación (nivel de confianza de la economía del país). La calidad y la reputación de los bonos del Tesoro son de un enorme valor para EEUU, y, gracias a ellas, nos beneficiamos de tipos de interés bajos”, Bernanke dijo.
Por su parte, China instó el jueves a los Estados Unidos a “adoptar medidas (...) para proteger los intereses de los inversores.” Pekín ha adquirido más de un billón de dólares en bonos del Tesoro de EEUU, lo que supone más de un tercio de sus enormes reservas de divisas.
Las negociaciones en Washington versan sobre el límite de endeudamiento autorizado por la ley federal. El máximo de 14,294 billones de dólares ya se ha alcanzado, pero la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se niega a votar a favor del incremento del techo de la deuda y exige medidas para reducir el déficit.
Desde mediados de mayo, el Tesoro está afrontando el problema a través de medidas técnicas que mantienen la deuda de EEUU bajo el límite legal, pero se estima que esto no será ya posible a partir del 2 de agosto.
Obama y los demócratas quieren aumentar los impuestos de los más ricos, una línea roja para sus oponentes, los republicanos, que son partidarios de los recortes presupuestarios y de no subir los impuestos.
Por su parte, tanto el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, como la líder de los demócratas en esta asamblea, Nancy Pelosi, han rechazado la idea de ir a Camp David, la residencia estival del presidente, para negociar este tema.
Según fuentes parlamentarias, que hablaron bajo condición de anonimato, el presidente se impacientó el miércoles con los negociadores republicanos poniendo fin a la reunión de ese día, tras lo cual se levantó y abandonó la sala.
El incidente fue minimizado por el lado demócrata. “Así es como las reuniones con los presidentes terminan. Vds. no se van en primer lugar; es el presidente el que lo hace”, dijo Pelosi el jueves.