Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein continúan sus preparativos para la segunda fase de las sanciones contra Qatar.
Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein continúan sus preparativos para la segunda fase de las sanciones contra Qatar.
Estas sanciones incluyen un boicot total, según el periódico kuwaití Qabas, que indicó que los tres países han decidido no invitar a Qatar a ningún congreso ni conferencia relativa a los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Las medidas de boicot comprenden también una prohibición del sobrevuelo de los aviones qataríes por el espacio aéreo de los tres países, lo cual podría suponer fuertes pérdidas para la aviación qatarí.
En este marco, el Consejo de Ministros de Egipto ha mostrado su apoyo a la decisión de los tres mencionados países de retirar a sus embajadores de Qatar y manifestó que el embajador egipcio en este país no volverá allí tampoco. El Consejo denunció el apoyo de Qatar a los Hermanos Musulmanes egipcios y dijo que Doha no tiene sólo problemas con El Cairo sino también con la mayoría de capitales árabes, que acusan a Qatar de injerencia en sus asuntos internos.
Por su parte, una fuente del gobierno de Qatar ha subrayado que el país no cambiará su política exterior, sean cuales sean las presiones.
“Es una cuestión de principio. Sea cual sea el precio a pagar, Qatar no cesará de suministrar apoyo a los miembros de los Hermanos Musulmanes, incluyendo a Yusuf Qaradawi”, que está considerado como el líder espiritual de la cofradía.
Esta postura qatarí hace pensar que el conflicto se extenderá y que Riad, Abu Dhabi y Manamá aprobarán más sanciones contra Doha.
Kuwait y Omán, sin embargo, no se han unido a la iniciativa contra Qatar.
Esta disputa podría llevar al debilitamiento, o incluso la destrucción, del Consejo de Cooperación del Golfo, donde las divisiones se están incrementando.
Recientemente, Omán, Kuwait y Qatar mostraron su apoyo a las negociaciones nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 para consternación de Arabia Saudí, que mantiene una radical postura anti-iraní.