Un contrato para el diseño de un bombardero subsónico de nueva generación fue firmado por el gobierno ruso y la compañía Tupolev en 2013.
Un contrato para el diseño de un bombardero subsónico de nueva generación fue firmado por el gobierno ruso y la compañía Tupolev en 2013. Este bombardero será incluido en el programa de desarrollo militar de Rusia para los años 2016-2025, indicó el jefe del Departamento de la Aviación del Ministerio de Industria y Comercio ruso, Andrei Boguinski.
Rusia comenzará la adquisición de estos aviones en el transcurso de los próximos 10 a 11 años, lo que coincide con la conclusión de ciertos programas estadounidenses, incluyendo el del bombardero B-1B Lancer y el del bombardeo pesado furtivo B-2 Spirit. El nuevo avión ruso extraerá lecciones de los proyectos estadounidenses y esto contribuirá a la reducción de los riesgos vinculados al proyecto. En el pasado, EEUU y Rusia cosecharon fracasos en estos proyectos, siempre complejos y costosos.
El objetivo principal de un bombardero estratégico moderno es servir de plataforma para el lanzamiento de misiles de crucero de alcance medio. Estos misiles son lanzados antes de que los bombarderos entren en la zona de defensa antiaérea del enemigo. Los nuevos misiles de crucero rusos X-101 poseen un radio de acción de 5.500 kms. Para los aviones portadores de estos misiles, el alcance de éstos es lo importante. Otros elementos importantes son los equipos para luchar contra el fuego, un equipo de navegación avanzado y una carga útil importante.
Los bombarderos estratégicos forman parte -junto con los misiles basados en tierra y los submarinos dotados de misiles- de la triada nuclear estratégica que poseen las grandes potencias nucleares, como EEUU, Rusia, China e India.
Algunos de los aviones de este tipo construidos por Rusia disfrutan ya de estas características técnicas. Se trata de los aviones Tu-95MC, construidos en los años ochenta y que pueden aún ser utilizados durante algunas décadas sin ser modernizados. Rusia planea, sin embargo, construir un bombardero avanzado de gran radio de acción, capaz de intervenir en diferentes escenarios de conflicto. Tal avión podría atacar objetivos protegidos o blancos móviles, como buques de guerra.
También China
Trabajos similares se están realizando en China para diseñar un bombardero estratégico furtivo de largo radio de acción y de nueva generación. Si Rusia es capaz de utilizar todavía durante un cierto tiempo los bombarderos Tu-95 y Tu-160 China no tiene esa posibilidad. Su último bombardeo H6K no es capaz de atacar la parte continental de EEUU y tampoco puede ser avituallado en vuelo.
En el pasado, Rusia y China han discutido la posibilidad de entregar a a este último país bombarderos rusos Tu-22M, pero no se han puesto de acuerdo en los términos del contrato. Ambos países trabajan en la actualidad en proyectos similares y muy costosos y la cooperación y la coordinación de esfuerzos en este campo podría contribuir a eliminar las lagunas de los dos lados. Una cooperación estrecha en la creación de un sistema de armamento tan importante como un bombardero estratégico podría reforzar la confianza mutua y permitir a los dos países economizar medios considerables.
