La actual crisis sin precedentes entre los países del Golfo Pérsico amenaza el apoyo militar estadounidense a sus aliados árabes, señaló un informe de un think tank estadounidense, el Washington Institute for Near East Policy.
La actual crisis sin precedentes entre los países del Golfo Pérsico amenaza el apoyo militar estadounidense a sus aliados árabes, señaló un informe de un think tank estadounidense, el Washington Institute for Near East Policy. Dicho informe, titulado “Los Árabes del Golfo en Crisis” señala que la confrontación entre tres estados del CCG y Qatar complicará los esfuerzos de EEUU para crear una estrategia en el Golfo.
Según el informe, Arabia Saudí considera que, tras seis meses de esperar por un cambio bajo el emir Tamim, Bahrein, Qatar y Arabia Saudí han concluido que Qatar se aproxima a Irán. La retirada de embajadores viene a significar el fin del CCG como alianza dirigida contra Irán.
El informe añade que los actuales acontecimientos muestran el fin de la esperanza de los líderes saudíes en que el emir Tamim, nombrado en Junio de 2013, vaya a aproximarse a Arabia Saudí. Los saudíes han amenazado ahora con congelar su relación con Qatar, o incluso con llevar a cabo un bloqueo de este país por tierra, mar y aire.
En el informe se dice que Qatar, en contraposición a Bahrein, Arabia Saudí y los EAU, ha mostrado su resistencia a aceptar un incremento del despliegue estadounidense en el emirato. “Qatar parece haber bloqueado los despliegues de EEUU dirigidos contra Irán”, señala. El año pasado, EEUU desplegó aviones F-22 en los EAU.
El autor del informe, Simon Henderson, dijo que la crisis del CCG, que era conocida con anticipación por Washington, sería puesta en la agenda de la visita a Riad del presidente Barack Obama el 27 de Marzo.
“Este enfrentamiento público dentro del CCG es un golpe para la diplomacia estadounidense en relación a sus aliados del Golfo y otro tema a discutir por el presidente Obama durante su próximo encuentro con el rey Abdulá, el líder no oficial del consejo”.
Los analistas señalan que Qatar no podrá confiar en sus aliados occidentales, incluyendo EEUU, para resolver la crisis.
Sin embargo, la crisis del Golfo es también un toque de atención para Washington en el sentido de que sus aliados saudíes están ganando cada vez más enemigos en la región debido a su política de apoyo al terrorismo y a su extremismo y hostilidad en el trato con sus vecinos.