Los países de la UE que compran gas ruso buscan adquirir este producto en otros países debido a la crisis de Ucrania.
Los países de la UE que compran gas ruso buscan adquirir este producto en otros países debido a la crisis de Ucrania. Sin embargo, según la opinión de los expertos internacionales, es poco probable que la UE obtenga algún resultado en esta búsqueda y pueda encontrar otras vías de gas alternativas. Europa no tiene ni el tiempo ni el dinero para este fin.
Europa desearía depender menos del gas ruso y ha tomado ciertas medidas iniciando, por ejemplo, la construcción de terminales para recibir gas natural licuado. Sin embargo, su rentabilidad no es satisfactoria, según el Director del Instituto Energético Nacional de Rusia, Serguei Pravossudov.
“Estas terminales no han sido llenadas en estos dos últimos años. El gas para ellas no ha sido entregado. Ellas están siendo explotadas a un tercio de su capacidad como máximo y los inversores sufren pérdidas. El gas natural licuado es enviado allí donde es posible venderlo mucho más caro, en especial en los países de Asia: Japón, Corea del Sur, China etc. Los precios del gas en Europa son bajos y el gas natural licuado no ha sido sido exportado allí a una gran escala.
Es poco probable que la UE logre encontrar una alternativa al gas ruso con las mismas garantías y en cantidades y precios análogos, estima el principal estratega del grupo financiero BKS, Maxim Cheine.
La UE podría, quizás, adquirir gas iraní para ser transportado a Europa. Pero esto tardará un cierto tiempo y dependerá además de un cambio de la política europea hacia Irán, país que sufre en la actualidad sanciones unilaterales de EEUU y la Unión Europea.
“Asimismo, no hay que olvidar que existen contratos firmados por 20 años con Rusia. Sería absurdo anularlos. Lo que es más, la extracción de gas en Europa sufre un descenso continuo. De este modo, sería imposible para la UE obviar a Rusia, que es la líder mundial de la producción de gas”, dijo Pravossudov.
Según los pronósticos de la compañía estadounidense ExxonMobil, la dependencia de la UE con respecto a las importaciones de gas aumentará de un 45% a un 60% en los próximos años.