Documento de 54 páginas describe las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por el gobierno de Bahrein a partir de mediados de febrero de 2011

El gobierno de Bahrein debe poner fin inmediatamente a su campaña de detenciones de profesionales de la salud y el maltrato a pacientes heridos en la represión de las recientes manifestaciones contra el gobierno, dijo la organización pro-derechos humanos Human Rights Watch en un informe publicado en Beirut el lunes 18 de julio 2011.

Human Rights Watch instó a las autoridades a investigar los abusos sufridos por el personal de los hospitales, así como por los pacientes que se limitaban a ejercer su derecho a la libertad de expresión y de reunión. El gobierno debe llevar ante la justicia a los responsables de tales abusos y garantizar a todos los ciudadanos el acceso gratuito a la atención médica, indica el informe.

El documento de 54 páginas describe las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por el gobierno de Bahrein a partir de mediados de febrero de 2011.

Estas violaciones incluyen ataques contra médicos y enfermeras que trataban de atender a los manifestantes heridos por las fuerzas de seguridad, medidas adoptadas para evitar que los manifestantes reciban una atención médica, la ocupación por la fuerza de algunos hospitales y centros de salud, y el encarcelamiento de médicos y pacientes heridos en las recientes manifestaciones.

“Los ataques contra los médicos y los manifestantes heridos son parte de una política de represalia contra los bahreiníes que apoyaron las manifestaciones pro-democracia”, dijo Joe Stork, director adjunto de la división de Oriente Medio de Human Rights Watch.

“Los miembros del personal médico que criticaron la dura represión han sido acosados y encarcelados y se encuentran ahora entre los más de 1.600 detenidos de Bahrein y corren el riesgo de sufrir una incomunicación carcelaria, malos tratos y un juicio injusto ante un tribunal militar especial.”

El centro de Salmaniya transformado en un centro de tortura

Por su parte, “el régimen quiere castigar a aquellos que muestran el verdadero rostro de la represión en el reino”, dijo Faraz Sanei, investigador de Human Rights Watch y autor del informe. La mayoría de los médicos que fueron detenidos constituyeron fuentes confiables de información para los periodistas y defensores de los derechos humanos. Ellos fueron detenidos tambièn por expresar sus opiniones públicamente y por haber atendido a los manifestantes heridos durante la represión.”

Según Sanei, que pasó dos meses en Bahrein para realizar las entrevistas, “la brutal represión de las autoridades contra el personal médico se ha incrementado significativamente a partir del 16 de marzo, después del desmantelamiento del campamento de manifestantes en la Plaza de la Perla. Él indicó en su informe que las fuerzas de seguridad han ocupado varios centros médicos, incluyendo el Complejo Médico de Salmaniya (SMC), el mayor hospital público de Bahrein.”

El Ejército desplegó tanques en la entrada del hospital e impidió a las ambulancias y a los heridos el acceso. Los soldados también dispararon gases lacrimógenos y balas de goma a la entrada del hospital, evitando que el personal y los pacientes lo abandonaran.

Según el Dr. Sanei, que visitó el centro y escuchó los testimonios del personal médico, “la policía convirtió a la sexta planta del hospital en un centro de tortura para obtener confesiones de manifestantes heridos.”

Uno de los agentes amenazó con violar a un paciente

HRW menciona el caso de Ali, un paciente del hospital que fue trasladado por la fuerza al sexto piso del Hospital de Salmaniya por hombres enmascarados y armados. Uno de ellos tenía un acento saudí, dijo el informe. “Ali y otros pacientes en el sexto piso fueron golpeados varias veces durante la noche. Ellos fueron privados de sueño e interrogados sin descanso. Uno de los agentes incluso amenazó con violar a Ali”, señala el informe de HRW. “Otro paciente fue desnudado y fotografiado desnudo.”

El propio Sanei fue testigo de una escena en la cual un paciente gravemente herido fue trasladado a la sexta planta del Salmaniya hospital, justo cuando iba a ser sometido a una operación quirúrgica urgente. “Sus familiares se mostraron reticentes a llevarlo al hospital porque tenían miedo a que él fuera arrestado,” dijo Sanei. “Los hospitales se han convertido en lugares peligrosos para muchos ciudadanos de Bahrein.”