Todas las alturas y colinas que rodean la localidad, incluyendo el Monte San Maron, fueron tomadas por el Ejército, que igualmente pasó a controlar todos los pasos entre el Líbano y Siria.
El asalto a Yabrud, feudo de los rebeldes en Qalamún, al oeste de Siria, ha ocupado los titulares.
En los últimos análisis, los observadores predecían una batalla muy encarnizada con avances progresivos, en comparación con la batalla de Al Qussair. En realidad, el asalto final se hacía esperar desde que la batalla fue lanzada hace tres meses.
Ellos apuntaban, sobre todo, a la gran superficie de la región, su difícil estructura topográfica, formada por montañas y colinas desde donde se dominan tanto las regiones libanesas como las sirias.
Durante los últimos días, un cerco hermético fue impuesto sobre la ciudad, cuyos accesos fueron cerrados a excepción de unos pocos pasos que fueron mantenidos abiertos a propósito para dejar huir a los militantes.
Las más importantes facciones de la insurrección siria fueron totalmente movilizadas, incluyendo el Frente Islámico, apoyado por Arabia Saudí, y el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida. Estas fuerzas habían amasado 10.000 militantes para la batalla.
Se inicia la batalla
Desde la toma de las Granjas de Rima los eventos se aceleraron, sin embargo, y las defensas de los rebeldes se hundieron rápidamente. Todas las alturas y colinas que rodean la localidad, incluyendo el Monte San Maron, fueron tomadas por el Ejército, que igualmente pasó a controlar todos los pasos entre el Líbano y Siria.
Varias áreas del este de la localidad fueron tomadas el viernes, incluyendo un hospital del Frente al Nusra y una fábrica.
El sábado, la artillería, lanzacohetes y la aviación machacaron las posiciones de los rebeldes, incluyendo varios depósitos de armas. Según el sitio de información sirio Sham Times, en ciertos casos los militares se desplegaron “bajo las narices de los milicianos”.
Ese mismo día, informó el corresponsal de Al Manar, las tropas sirias regulares entraron en la ciudad y los combates con armas ligeras y cuerpo a cuerpo tuvieron lugar.
13 jefes de milicias abatidos
Un número indeterminado de milicianos fallecieron, incluyendo 13 jefes de milicias, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, el cual habla de un gran número de militantes muertos. Todavía no hay, sin embargo, un balance final.
Un amplio movimiento de huida de los micilianos se sucedió.
Según el sitio de información Slab News, el viernes la milicia del Frente al Nusra estaba escasa de hombres. Ella lanzó una petición de ayuda a sus hermanos de armas del Frente Islámico (una coalición de varias milicias wahabíes). Sin embargo, nadie respondió. Los militantes de los dos grupos llegaron a enfrentarse cuando se supo que los militantes del Frente Islámico había decidido retirarse hacia Rankus, señaló la cadena de televisión arabófona Al Mayadin.
Finalmente, un responsable del Frente al Nusra, Abu Abdallah Azzam al Shami, dijo en su cuenta de Twitter que sus combatientes se retiraron de sus posiciones debido a la violencia de los bombardeos y los combates. Él acusó a ciertos grupos rebeldes de “traición” y de “esparcer rumores para justificar su evasión”.
La muerte de Al Kuwaiti
Según diversos analistas, el hundimiento del Frente al Nusra fue facilitado por la muerte del segundo jefe del mismo en la ciudad, Abu Azzam el Kuwaití.
Ciertos medios afirmaron que él murió en los combates. Sin embargo, según Sham Times, él fue liquidado durante una operación de comandos especialmente dirigida a este propósito, que fue puesta en práctica después de un largo período de vigilancia realizada sobre el mismo y su jefe, Abdul Malik. Varios explosivos fueron colocados en el lugar donde él celebraba sus reuniones y él murió durante las subsiguientes explosiones junto con varios de sus hombres. Sham Times afirma que Abdul Malik resultó gravemente herido también.
Termina la batalla
El domingo por la mañana hacia las 11 horas el Ejército dio por finalizadas las operaciones en las calles de la ciudad y desactivó varios artefactos explosivos colocados en unos túneles.
“El Ejército mató a un gran número de terroristas y capturó a muchos otros durante su limpieza de la ciudad”, dijo la televisión siria, que mostró imágenes de combatientes muertos y de tanques y vehículos blindados entrando en ella.
Algunos rebeldes emprendieron la huida hacia las localidades de Rankus y Flita, cercanas a Yabrud, junto al Líbano. Sin embargo, los aviones sirios lanzaron un ataque contra las vías que unen la localidad siria de Flita y la libanesa Ersal. Los aviones atacaron una columna de vehículos que huía hacia esta última y destruyó varios de ellos.
AFP: un duro golpe a los rebeldes
La toma de Yabrud, el último bastión rebelde en las montañas de Qalamún, ha infligido un duro golpe a los rebeldes, según AFP.
La liberación de Yabrud “permitirá bloquear toda infiltración rebelde hacia el Líbano, en particular hacia la ciudad de Ersal. Es de Yabrud de donde procedían los coches bomba utilizados en los atentados mortales que han golpeado en estos últimos meses el Suburbio del Sur de Beirut y la región fronteriza de Hermel.”
“Yabrud está a menos de 10 kms de la autopista Damasco-Homs y ella representaba una amenaza para la seguridad de esta ruta”, señaló, por su parte, el geógrafo Fabrice Balanche, experto en Siria.
Además, los rebeldes lanzaban desde esta ciudad “ofensivas sobre otras localidades de la provincia de Damasco” bajo control gubernamental.
“Al tomar Yabrud el Ejército puede cerrar completamente la frontera libanesa y la base de Ersal no tendrá ya ninguna razón de ser”.
Además, el Ejército sirio “podrá concentrarse ahora en la defensa del sur de Damasco, regularmente amenazado por las ofensivas rebeldes.
La próxima batalla debería tener lugar en Flita, la última localidad que queda para impermeabilizar la frontera entre Siria y el Líbano.