Un ministro israelí ha afirmado que el acosado presidente egipcio Hosni Mubarak podrá acabar con la actual ola de protestas que se extiende por todo Egipto.
Un ministro israelí ha afirmado que el acosado presidente egipcio Hosni Mubarak podrá acabar con la actual ola de protestas que se extiende por todo Egipto.“Creemos que Egipto superará la actual ola de manifestaciones,” dijo el ministro a la revista Time de forma anónima en una entrevista publicada el viernes.
“No estoy seguro que sea el tiempo de que la región árabe experimente un proceso democrático,” señaló.
El ministro israelí, sin embargo, reconoció: “Parece que ahora tenemos un terremoto”.
Estos comentarios se produjeron en un momento en el que el personal de la Embajada israelí ha huido de Egipto.
Medios de prensa afirmaron que helicópteros israelíes evacuaron al personal israelí de una base aérea egipcia desde la que huyeron a Tel Aviv. Los informes afirman que el embajador israelí en Egipto ha escapado también del país.
El Ministerio de Exteriores de Israel está siguiendo la situación en Egipto muy de cerca. El Ministerio israelí efectúa evaluaciones de la situación cada hora, mientras que el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, se ha reunido con el embajador de Israel en El Cairo a fin de realizar una evaluación, según señaló el diario Haaretz.
NETANYAHU PIDE SILENCIO A SUS MINISTROS SOBRE LO QUE SUCEDE EN EGIPTO
Poco antes, la Oficina del Primer Ministro israelí, Benyamin Netanyahu, pidió a todos los portavoces y ministros que no hablen a los medios de lo que pasa en Egipto.
Lo que se sabe de la posición oficial israelí es que existe una profunda inquietud acerca del riesgo de perder a uno de sus principales aliados en la región, Hosni Mubarak, y sobre todo de ver caer un régimen que fue le primero en el mundo árabe en suscribir (1979) un acuerdo de paz con la entidad sionista.
Durante la Revolución tunecina, esta posición israelí fue expresada de una forma más clara y rápida por medio del viceprimer ministro, Sylvan Shalom.
Al mismo tiempo, los expertos consultados por los medios israelíes han sido cautos en sus declaraciones con respecto a lo que pasa en Egipto. Ellos tratan así de evitar los errores cometidos durante la Revolución tunecina: su lamento por la destitución de Zin El Abidin Ben Ali y su inquietud porque la revolución tunecina “contaminara” a los otros pueblos árabes que sufren dictaduras. Esto ha puesto de manifesto el verdadero rostro de la entidad sionista: Israel y sus aliados son quienes tratan de negar a los pueblos árabes la libertad y la democracia y quienes apoyan y sostienen a los déspotas que les reprimen.
Según el periódico israelí The Jerusalem Post, “los levantamientos civiles en Oriente Medio inquietan a los expertos israelíes”.
Las repercusiones para la seguridad del Estado sionista son difíciles de prever. Los expertos estiman que los movimientos de masas, que comienzan como “levantamientos en favor de la democracia” podrían rápidamente “acabar dirigidos por los islamistas”, subraya el diario.
“Debemos comprender que vivimos sobre un volcán,” explicó el general Yaacov Amidror, antiguo jefe de Investigación y Evaluación del Tsahal. “Las condiciones pueden evolucionar entre hoy y mañana. Pero debemos prepararnos para el peor de los escenarios”.
“Las opiniones emitidas por ciertos países de Europa Occidental -que sugieren que los levantamientos populares serán seguidos por una ola de revoluciones democráticas- no deben ser seguidas. No hay razón para temer una escalada de la violencia de forma inmediata. La cuestión se presenta a largo plazo,” prosigue.
Según el general israelí Giora Eiland, antiguo consejero de Seguridad Nacional israelí, “el riesgo de que los Hermanos Musulmanes tomen el poder en Egipto existe. Eso sería perjudicial no sólo para Israel, sino para todos los demócratas.” Él añadió que el “verdadero combate no se desarrolla entre el régimen de Mubarak y elementos pro-democráticos, sino entre Mubarak y los Hermanos Musulmanes.”
Por su parte, Mohamed ElBaradei, uno de los principales líderes de la oposiicón egipcia, ha denunciado que esta actitud israelí busca disfrazar la realidad y que Israel quiere utilizar el espectro del islamismo para atacar la revolución popular contra el régimen de Mubarak, su principal aliado en Oriente Medio.