La suerte de Abu Abdulá al Iraqí, que dirigía el equipo de terroristas que preparaba los coches bomba que eran enviados al Líbano, resulta desconocida tras la batalla de Yabrud.

La suerte de Abu Abdulá al Iraqí, que dirigía el equipo de terroristas que preparaba los coches bomba que eran enviados al Líbano, resulta desconocida tras la batalla de Yabrud. Algunos observadores señalan que él y sus hombres habrían podido morir en los combates y otros afirman que habrían huido hacia las localidades de Flita o Rankus.

Varios vehículos de tipo 4x4, similares a los utilizados en atentados suicidas en el Líbano, concretamente en el Suburbio del Sur de Beirut y en Hermel, han sido descubiertos en la ciudad de Yabrud.

Algunos de ellos no tenían matrículas y otros estaban matriculados en el Líbano.

Fuentes de seguridad han indicado que varios coches bomba se habrían infiltrado en estos últimos días en el Líbano y que los grupos armados podrían cometer actos de venganza después de su derrota en Yabrud, aunque su margen de maniobra se habría reducido mucho después de la conquista de la ciudad por el Ejército sirio.

Ejército libanés refuerza el control en las zonas fronterizas

El primer ministro Tamam Salam pidió el lunes al jefe del Ejército libanés, Jean Kahwayi, que “tome todas las medidas necesarias para controlar la situación en las zonas fronterizas de la Bekaa y que haga todo lo posible para proteger a los civiles y mantener la estabilidad en Ersal, Labué y las ciudades vecinas” en un momento en el que existe temor en el Líbano a la llegada de militantes armados procedentes de Siria tras la batalla de Yabrud.

El primer ministro ha pedido también a las fuerzas políticas de Trípoli que “apoyen al Ejército y a las fuerzas de seguridad”. El pasado jueves se inició la novena ronda de enfrentamientos sectarios entre los barrios de Bab el Tebbané y Yabal Mohsen. El lunes por la mañana se produjo una calma precaria en la capital del norte del Líbano tras la muerte de unas 12 personas en los choques armados.

“Los libaneses son llamados, en estos momentos difíciles, a la vigilancia, la prudencia y la sabiduría”, dijo el primer ministro, que pidió a la población que “mantenga abiertas las vías de comunicación entre los habitantes de una misma ciudad y una misma región” y se “reúna alrededor del Estado, sus instituciones y sus servicios de seguridad para fortalecer el país y mantener su estabilidad”.