En algunos muros de Yabrud han aparecido estas palabras de origen desconocido: “Tu cerebro es tu ornamento y no tu arma”, se dijo.

L.Mazboudi

En algunos muros de Yabrud han aparecido estas palabras de origen desconocido: “Tu cerebro es tu ornamento y no tu arma”, se dijo. Esto parece una réplica al viejo proverbio árabe: “El arma del hombre es su ornamento”.

Curiosamente, esta expresión ilustra con exactitud las causas reales de la toma de esta ciudad por el Ejército sirio. La batalla se prometía difícil dado el elevado número de militantes atrincherados en ella (entre 6.000 y 10.000) y el amplio arsenal de que disponían dichas fuerzas, incluyendo algunas armas robadas del Ejército sirio. Sin embargo, bastaron menos de 48 horas para que este último tomara la ciudad.

Las pérdidas del Ejército y sus aliados fueron muy reducidas mientras que la de los milicinos fueron considerables. En las filas de estos últimos se produjeron de 400 a 600 muertos, según cifras de fuentes próximas a la oposición siria armada.

Además, las destrucciones y daños causados en la ciudad fueron muy reducidos, dado que los combates y bombardeos estuvieron focalizados en sitios muy concretos.

La materia gris

Detrás de este logro, es en la materia gris donde hace falta buscar para comprender lo que sucedió. “Tu cerebro es tu ornamento” equivale, en términos militares, al trabajo de inteligencia y planificación que precede a la batalla.

Desde que el Ejército sirio logró apoderarse de las alturas que dominan Yabrud, llevó a cabo un trabajo notable de vigilancia y de recogida de datos de inteligencia. Parece que algunos elementos en el interior de Yabrud también le proporcionaron una valiosa información.

Fue así que fueron localizados los depósitos de armamento de las milicias, los lugares de encuentro de sus jefes, sus salas de operaciones, los lugares de concentración de los grupos armados, los pasos a través de los cuales transitaban hombres y armas etc.

El viernes, la jornada del asalto, todos estos lugares fueron bombardeados casi al mismo tiempo.

Decapitación de las milicias

Otro objetivo fueron los jefes militares de Al Nusra, Abu Malik y Abu Azzam al Kuwaití, que fueron alcanzados por una explosión en el edificio en que se hallaban. El primero fue gravemente herido y el segundo resultó muerto. Otros 13 jefes de milicias fueron igualmente abatidos. Se cree que todos ellos murieron al mismo tiempo mientras estaban reunidos para planificar la batalla.

Guerra psicológica

La batalla tuvo también un lado psicológico. Según el periódico Al Akhbar, varios rumores fueron difundidos durante el lanzamiento del ataque y ellos que sembraron el terror en las filas de los milicianos. “Los combatientes de Hezbolá han entrado en Yabrud”, gritaron algunos de ellos.

Misiles antitanque anulados

El Ejército sirio ha extraído también lecciones de otras batallas, sobre todo en lo que respecta a la vulnerabilidad de los tanques. Sabiendo que el arsenal de los militantes contaba con un número importante de misiles Koncurs y Kornet, el Ejército tomó sus precauciones. “Durante el día los tanques se ocultaban detrás de barreras y obstáculos y por la noche avanzaban por medio de aparatos infrarrojos”, explicó un corresponsal a la cadena Al Manar. De este modo, los tanques del Ejército lograron avanzar progresivamente y constituyeron una importante fuente de fuego junto con los aviones y la artillería.

La trampa del espacio y el tiempo

Según el experto militar, el general retirado Amin Heteit, el Ejército tendió una trampa a los milicianos. Él dijo a Al Manar que las tropas gubernamentales hicieron creer a los militantes que atacarían la ciudad desde las zonas de más fácil acceso, mientras que al final iniciaron su avance desde el este, es decir, los barrios más difíciles, donde se hallaban los cuarteles generales de las milicias y sus hospitales improvisados.

Además, según el diario As Safir, ellos creían que el lanzamiento de la ofensiva tendría lugar varios días después. El ataque final les pilló así de improviso.