Rusia y Crimea han firmado un tratado para la entrada de la República de Crimea y Sebastopol en la Federación Rusa tras el discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, al Parlamento.
Rusia y Crimea han firmado un tratado para la entrada de la República de Crimea y Sebastopol en la Federación Rusa tras el discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, al Parlamento.
Putin pidió al Parlamento que ratifique el tratado que llevará a Crimea y la ciudad de Sebastopol a unirse a Rusia.
“Os pido que consideréis la entrada de dos nuevos sujetos en la Federación: la República de Crimea y Sebastopol”, dijo Putin a los parlamentarios.
Crimea estuvo representada por el primer ministro, Serguei Aksionov, y el alcalde de Sebastopol, Aleksei Chali, que firmaron el tratado. Los dos estaban acompañados por el presidente del Parlamento de Crimea, Vladimir Konstantinov.
Tratado de adhesión
“Desde la entrada de la República de Crimea en la Federación Rusa dos nuevas entidades -la República de Crimea y la Ciudad de importancia federal de Sebastopol- han sido creadas en la estructura de la Federación Rusa”.
El Tratado contiene 10 artículos que entrarán en efecto después de su ratificación.
Rusia garantiza que el pueblo que vive en Crimea recibirá el derecho a mantener su propio lenguaje nativo y dispondrá de los medios y condiciones para aprenderlo.
El artículo 3 del Tratado señala que habrá tres lenguajes oficiales en Crimea y Sebastopol: el ruso, el ucraniano y el lenguaje de los tártaros de Crimea.
Desde el día de la adhesión, el pueblo de Crimea y el de Sebastopol pasarán a ser considerados ciudadanos rusos, según el art. 5.
El rublo ruso se convertirá en la moneda oficial. El grivna ucraniano será también moneda oficial hasta el 1 de enero de 2016, en que sólo el rublo tendrá esa condición.
Elecciones a los órganos estatales de la República de Crimea y Sebastopol han sido fijadas para Septiembre de 2015. Hasta entonces, el Parlamento de Crimea y el Consejo de Ministros de Crimea y la Asamblea Legislativa de Sebastopol continuarán su trabajo.
El tratado será aprobado por el Tribunal Constitucional y luego será ratificado por los Parlamentos de los dos países.
Crimea, como Kosovo
La secesión de Crimea de Ucrania es como la secesión de Kosovo de Serbia y cualesquiera argumentos que nieguen esta realidad, son sólo intentos de ignorar las reglas que los occidentales aplicaron en el caso de Kosovo, dijo Vladimir Putin.
En su discurso, Putin rechazó la postura de Washington, que afirma que Kosovo fue un caso único y ninguna otra decisión de un territorio de declarar su independencia sería válida.
“Nuestros socios occidentales crearon el precedente de Kosovo con sus propias manos. Esta situación es la misma que existía en Kosovo cuando ellos legitimaron la secesión de este último de Serbia argumentando que no era necesario ningún permiso de la autoridad central del país para una declaración unilateral de independencia”, recordó Putin, que añadió que el Tribunal Internacional de Justicia se había mostrado de acuerdo con tales argumentos.
“Eso es lo que ellos escribieron, lo que ellos proclamaron en todo el mundo y lo que obligaron a todos a aceptar – y ahora ellos se quejan. ¿Por qué es eso?”, se preguntó.
Putin rechazó el argumento de que el caso de Kosovo era único debido al gran número de víctimas de las guerras balcánicas y a la disolución de Yugoslavia.
“Esto va más allá de los dobles raseros”, dijo Putin. “Es un tipo de cinismo desconcertante, primitivo y descarado. Uno no puede torcer las cosas para que se adapten a sus intereses y llamar blanco a algo un día y al día siguiente decir que es negro”.
Putin rechazó las alegaciones de que Rusia esté violando la ley internacional con sus acciones en Ucrania. “Bien, es bueno que al menos se acuerden de que existe algo que se llama ley internacional. Muchas gracias. Mejor tarde que nunca,” dijo Putin, que añadió que nada de esto había ocurrido en relación a Crimea.
En Ucrania, Occidente cruzó la línea roja
De hecho, señaló Putin, fue Rusia la que defendió la ley internacional y sus instituciones, mientras que los países occidentales han estado ignorándolas. La situación en Crimea es sólo el último eslabón de un proceso más amplio que ha estado ocurriendo en las pasadas décadas.
“En la aplicación práctica de sus políticas, nuestros socios occidentales – EEUU en primer lugar y sobre todo- prefieren guiarse por el derecho de la fuerza y no por la ley internacional. Ellos creen en su excepcionalismo y que pueden decidir el destino del mundo y que siempre tienen razón”, dijo Putin.
“Ellos despreciaron el derecho internacional de forma evidente en Yugoslavia en 1999, cuando la OTAN bombardeó el país sin un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo el presidente ruso. “Luego, situaciones similares se produjeron en Afganistán e Iraq así como la manipulación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia, cuando, en lugar de imponer un zona de exclusión aérea, como la resolución decía, la OTAN bombardeó el país hasta la sumisión.”
“Hubo también “revoluciones de colores” en Europa y el mundo árabe, que utilizaron cínicamente los sentimientos de las personas, cansadas de pobreza y corrupción. Los últimos acontecimientos de Ucrania fueron la última de tales acciones y la voluntad de Rusia de buscar un diálogo y un compromiso se vio obstruida de nuevo”, dijo Putin.
“Ellos nos engañaron una vez más, tomaron decisiones a nuestras espaldas y nos situaron ante un hecho consumado”, dijo Putin, añadiendo que esta pauta es idéntica a la que ha acompañado la expansión de la OTAN hacia el Este, el despliegue de un sistema antimisil estadounidense, las restricciones de visados y muchos otros temas.
“Ellos están constantemente intentando arrinconarnos debido a nuestra posición independiente y a nuestros esfuerzos para defenderla, llamar a las cosas por su nombre y no ser hipócritas”, dijo Putin. “Pero todo tiene sus límites y en Ucrania nuestros socios occidentales cruzaron la línea roja. Ellos actuaron de forma brutal, irresponsable y nada profesional”.
Putin añadió que Occidente debe dejar de actuar histéricamente, abandonar la retórica de la Guerra Fría y admitir lo obvio: que Rusia es un participante independiente y activo en las relaciones internacionales. Del mismo modo que cualquier otra nación, Rusia tiene intereses que deben ser respetados y tomados en cuenta.
Él dijo también que las nuevas autoridades de Crimea han expresado su deseo de unirse a la OTAN, pero tal acción supondría una amenaza inminente para Rusia. “Estamos en contra de que una organización militar se introduzca en nuestro patrio trasero, cerca de nuestro país y de los territorios que son históricamente nuestros”, afirmó.
Al final del discurso, Putin anunció el envío al Parlamento de un proyecto de ley federal que incorporará a Crimea y Sebastopol al territorio ruso y una petición para ratificar un tratado internacional suscrito con el gobierno de Crimea para que esto ocurra. Él dijo que estaba seguro del apoyo parlamentario a ambos documentos.