27-11-2024 01:41 PM Tiempo de Jerusalén

Así fue la emboscada de Otaiba

Así fue la emboscada de Otaiba

En la noche del 25 de Febrero, los militantes de la oposición siria quedaron atrapados en una emboscada mortal mientras estaban abandonando la Guta Oriental durante la noche para iniciar un ataque.

¿Qué estaban preparando los militantes de la oposición siria en la Guta Oriental cuando fueron emboscados en Buhairat Otaiba? ¿Cuál era la dirección del grupo armado? ¿Cómo fueron capaces el Ejército sirio y sus aliados de colocar bombas de forma tan precisa en la ruta seguida por los militantes? ¿Abortó esta emboscada un gran ataque que se estaba preparando contra Otaiba y la Guta Oriental? ¿Fue la información que circuló sobre un ataque desde Jordania un intento de la oposición y sus seguidores de distraer la atención de la gran operación que fracasó debido a esta emboscada?

Estas cuestiones aparecieron en los medios desde que se difundió el video de la gran emboscada en la que más de 200 militantes que pertenecían a la oposición siria murieron en Buhayrat Otaiba después de que ellos abandonaran las áreas sitiadas de la Guta Oriental.

En la noche del 25 de Febrero, los militantes de la oposición siria quedaron atrapados en una emboscada mortal mientras estaban abandonando la Guta Oriental durante la noche para iniciar un ataque. Al menos, 221 militantes fallecieron o resultaron heridos por las bombas situadas en la ruta por la que caminaban.

Cabe señalar que las unidades de vigilancia y reconocimiento del Ejército sirio y sus aliados llevaban un mes vigilando los más pequeños movimientos desde la Guta Oriental hacia Buhayrat Otaiba y el desierto cercano. Ellos vieron que cada noche, un pequeño grupo de dos o tres militantes utilizaban una ruta específica para moverse entre la Guta Oriental y Buhayrat Otaiba y luego al desierto.

La vigilancia, las escuchas y el arresto de algunos militantes llevaron al Ejército a conocer que se estaba preparando un gran ataque contra la Guta Oriental. Se suponía que éste iba a ser similar al que tuvo lugar a mediados de diciembre y en el que 1.500 militantes de la oposición siria tomaron el control de grandes partes de la Guta Oriental y Otaiba.

El nuevo plan era muy similar al antiguo. Consistía en lanzar dos ataques desde dos lados: el primero desde el exterior de Guta y el segundo desde el interior de Guta con el fin de levantar el asedio.

El Ejército sirio y sus aliados se beneficiaron de las lecciones del primer ataque en el que Otaiba se convirtió en el punto más importante y estratégico y el principal objetivo que los grupos armados intentaron alcanzar y tomar. De hecho, Otaiba es la puerta de la Guta Oriental desde el sur y domina las localidades adyacentes. El ataque anterior demostró que la caída de Otaiba, cuyo control fue luego recuperado por el Ejército, llevó a la toma de varias localidades por parte de los grupos armados.

El plan de los militantes requería la reunión de cientos de combatientes de la oposición en un punto en el desierto que pertenece a Buhayrat Otaiba, donde ellos recibirían entrenamiento durante dos días. Luego, ellos recibirían armas específicas para lanzar un gran ataque contra la Guta Oriental. El plan también requería la salida de un gran número de militantes de la Guta hacia ese mismo punto en el desierto para unirse a los que atacarían desde el desierto de Otaiba.

Durante varias noches, pequeños grupos fueron vistos siguiendo esta ruta. Esto confirmó que los militantes querían conocer lo seguro que era esa vía para moverse desde y hacia las áreas de la Guta Oriental. Fue entonces cuando múltiples bombas fueron colocadas secretamente en ella.

En la semana que precedió a la gran emboscada, pequeños grupos estuvieron utilizando la misma ruta sin ser atacados. Ellos caminaron por la ruta minada, pero las unidades militares les dejaron pasar.

En la noche del 25 de febrero, las unidades de vigilancia del Ejército sirio y sus aliados detectaron una larga lista de militantes que se extendía durante 600 metros y transitaba por la ruta. Ellos parecían tener prisa por hacer algo.

Las unidades de vigilancia no creían lo que estaban viendo por los aparatos de visión nocturna. Se trataba de un gran número de militantes que no podía ser tratado como los anteriores grupos pequeños. Fue dada la orden para hacer detonar las bombas una vez que el grupo alcanzara el área donde estaban colocadas. De hecho, esto es lo que ocurrió. Las bombas situadas en ambos lados de la ruta explotaron. Como resultado, esta emboscada abortó un masivo ataque contra la Guta Oriental.