En medio de la expansión global de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, solicitó hoy a Bosnia-Herzegovina agilizar el proceso de adhesión a ese bloque militar.
En medio de la expansión global de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, solicitó hoy a Bosnia-Herzegovina agilizar el proceso de adhesión a ese bloque militar.
Rasmussen reclamó a la presidencia colegiada de la república exyugoslava el destrabe de las regulaciones para transferir propiedades al estado de interés para la defensa de esa nación, como parte de los pasos a seguir para integrarse a la alianza atlántica.
Tras el fin del conflicto étnico entre serbios, croatas y musulmanes entre 1992 y 1995, la nación balcánica se acogió al programa de Asociación para la Paz creado un año después por la OTAN como un eslabón de preparación de futuros miembros.
Ello permitió la expansión territorial del pacto noratlántico que pasó de 16 a 28 Estados en apenas una década.
Para Rasmussen, la aceptación de Bosnia-Herzegovina en el bloque militar será imposible si se incumplen los requerimientos del Plan de Acción de Adhesión, consistente en un grupo de requisitos exigidos para los países aspirantes.
Aunque en la década de 1990 prometió a Rusia no expandirse hacia el oriente ni desplegar sus bases cerca de ese país, la OTAN ya incluyó a casi todas las naciones exsocialistas de Europa del este y mantiene bases en Bulgaria, Rumania, Polonia, Estonia y Hungría.
Bosnia-Herzegovina, con una presidencia colegiada, 14 primeros ministros, una federación, una república autónoma y un distrito federal, busca unirse al pacto, como también lo hacen Macedonia y Montenegro, que formaron parte de la Federación Yugoslava.
El ejército bosnio se creó a partir de una difícil fusión de casi una década entre antiguos integrantes de fuerzas enfrentadas durante la guerra civil en esa región, con saldo de 250 mil muertos, que llegan ahora a 10 mil uniformados.
Las fuerzas armadas disponen de una mezcla de armamentos yugoslavos, soviéticos, estadounidenses, alemanes y franceses, mientras la OTAN busca imponer a Sarajevo los estándares de equipamiento de ese bloque, comentan medios de prensa locales.