A ojos del 14 de Marzo, la Embajada de EEUU en Beirut, que mantenía en los últimos tiempos posiciones intransigentes, asume hoy un papel totalmente diferente.
A ojos del 14 de Marzo, la Embajada de EEUU en Beirut, que mantenía en los últimos tiempos posiciones intransigentes, asume hoy un papel totalmente diferente. El embajador de EEUU, David Hale, se desplaza de una capital a otra para lograr un acuerdo aquí y una concesión allá.
Las preocupaciones regionales e internacionales son claras. Hace falta preparar el terreno para la elección de un nuevo presidente en el Líbano. Según una fuente informada, los norteamericanos han definido ya las características que tendría que tener el nuevo presidente. Hezbolá se ha convertido así en una parte integrante de la ecuación regional y ya no encarna para EEUU el mal absoluto. De este modo, el nuevo presidente deberá ser capaz de negociar con él y de buscar los medios para asegurar la cohabitación entre el partido y el Estado.
Esto favorece a los partidarios de Michel Aún, líder de la Corriente Patriótica Libre, puesto que creen que estas características sólo se aplican a su jefe, estima la fuente. Dentro de este mismo contecto, otra fuente informada señala que la negativa de Samir Geagea a tomar parte en el nuevo gobierno libanés es debida a las objeciones de su parte a las características definidas por Washington, y que, según cree, refuerzan la posibilidades de su rival Aún de acceder a la presidencia del país.
La misma fuente asimila los intentos de Geagea de cortejar a Hezbolá, ya sea de forma pública o a través de canales secretos, a su esfuerzo para intentar acercarse a dichos criterios y dejar claro que no está tan alejado de las características definidas por EEUU. La misma fuente se pregunta si “Geagea no lamenta ahora haber dejado pasar la ocasión de participar en la mesa del diálogo nacional, donde él habría podido entrar en contacto de forma natural con Hezbolá”.
El discurso del 14 de Marzo, y más particularmente el de la Corriente del Futuro, no está en armonía tampoco con su conducta. En público, sus diputados y sus ministros alzan el tono en contra de Hezbolá, de sus armas y de su participación en los combates en Siria. Ellos intentan, al mismo tiempo, abrir canales de comunicación en los temas de seguridad y políticos con Hezbolá. Ellos insisten en suprimir toda referencia a la resistencia en la declaración ministerial, pero aplauden más tarde un texto que da a la resistencia una ventaja mayor que la fórmula ejército-pueblo-resistencia que estaba presente en la anterior declaración.
La fuente citada afirma que EEUU no desea sólo implementar una política que lleve a la cohabitación de Hezbolá con el Estado, sino que quiere igualmente luchar contra Al Qaida en el Líbano y en Siria, cooperando directamente con Arabia Saudí, y quizás indirectamente con el gobierno sirio. Éste es también un factor que tendrá un peso en el tema de la elección del nuevo presidente libanés.
Elie Ferzli – As Safir