La organización Amnistía Internacional ha acusado a Arabia Saudí de planear reprimir las protestas pacíficas por medio de una nueva ley antiterrorista
La organización Amnistía Internacional ha acusado a Arabia Saudí de planear reprimir las protestas pacíficas por medio de una nueva ley “antiterrorista”, que servirá como cobertura para sofocar aún más toda manifestación pro-democracia en el reino.
La ley prorroga la detención de ciudadanos sin la necesidad de presentar cargos contra ellos o juzgarles. Además, la nueva ley contempla penas de prisión de al menos diez años para quien ponga en duda la honestidad del rey o el príncipe heredero.
Amnistía Internacional considera que el proyecto amenaza la libertad de expresión en el reino bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo e implica que cualquier protesta pacífica de la oposición será considerada como un acto terrorista, lo que se expone a los participantes en la misma a horribles violaciones de los derechos humanos.
Un funcionario del Ministerio saudí de Justicia declinó hacer comentarios sobre este informe. Según los activistas, miles de personas están detenidas en las cárceles saudíes, sin cargo alguno. Además, estos detenidos no pueden reunirse con sus abogados.
El actual proyecto de ley legitimaría esta política de detenciones.
Según el activista de derechos humanos Moqaytib Ibrahim, presidente de la Asociación Los Derechos Humanos Primero, si se aprueba esta ley, “haremos frente a un desastre a todos los niveles, especialmente en lo que se refiere a la libertad de expresión y la actividad en favor de los derechos humanos en el país.” Él ha pedido al rey que se ponga fin a “esta masacre de las libertades.”
Dieciséis activistas, incluyendo abogados y profesores universitarios, que reivindican democracia en el país han sido acusados de incitar a la sedición y llevan detenidos 4 años en prisión.