Por primera vez en su historia, Argelia se ha visto relegada a un segundo, o incluso un tercer plano, en la cumbre de jefes de estado árabes, señalaron medios argelinos.
Por primera vez en su historia, Argelia se ha visto relegada a un segundo, o incluso un tercer plano, en la cumbre de jefes de estado árabes, señalaron medios argelinos.
Argelia estuvo representada en la reunión de la Liga Árabe por el número dos del Estado, el presidente del Senado Abdelkader Bensalah, dado que el presidente, Abdelaziz Buteflika, ya no asiste a ninguna reunión pública ni se desplaza a ningún país, excepto a Francia donde recibe atención médica. Medios argelinos afirman que la presencia de Bensalah en Kuwait se redujo a una actividad protocolaria que no sirvió para hacer oír la voz del país.
Algunos medios argelinos han aprovechado para vincular lo que denominan “parálisis de la diplomacia argelina” al delicado estado de salud del presidente Buteflika y advierten que si éste consigue un nuevo mandato en las próximas elecciones presidenciales, esto podría suponer un severo perjuicio para la diplomacia del país.
El representante argelino fue situado en la tercera fila en la foto oficial de la cumbre, a pesar de que el país está reconocido como una potencia regional y un país fundamental en el Magreb y el continente africano.
Enfrentamiento con Arabia Saudí
La prensa argelina mencionó también que esta “postura humillante” tiene que ver con el posicionamiento de Argelia en contra del diktat de algunos países del Golfo, y en primer lugar Arabia Saudí, en ciertos temas y a su decisión de oponerse, junto con otros cinco países árabes, a la voluntad de los saudíes, los nuevos amos de la Liga Árabe, de ofrecer el escaño de Siria en la Liga Árabe a la Coalición Nacional Siria, liderada el agente saudí Ahmed Yarba.
Argelia señaló que una decisión de este tipo violaría la Carta de la Liga Árabe y no tiene nada que ver con la realidad de lo que pasa en Siria, donde la Coalición no tiene ningún peso real.