La reciente entrevista de cuatro horas celebrada entre el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, y su homólogo estadounidense, John Kerry, a propósito de Ucrania no ha producido avances.
La reciente entrevista de cuatro horas celebrada entre el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, y su homólogo estadounidense, John Kerry, a propósito de Ucrania no ha producido avances.
Washington exige la retirada de la frontera ucraniana de más de 40.000 soldados rusos que están desplegados en la zona. Otra cuestión clave concierne a los cambios en el sistema político de ese país.
Rusia insiste en una federalización de Ucrania, mientras que EEUU teme que esto conduzca a la independencia de las regiones del Sur y Este del país, señaló el periódico ruso Nezavissimaïa Gazeta.
Moscú y Washington dicen estar de acuerdo en que se realicen cambios constitucionales en Ucrania con vistas a proteger los derechos de la población rusoparlante. Sin embargo, ambos discrepan en el grado de autonomía de las regiones y el poder central de Kiev.
“La federalización que reclama Rusia y la descentralización que EEUU propone no tienen nada que ver. La federalización llevaría a la conversión de Ucrania en una federación, lo que otorgaría derechos mucho mayores a las regiones y restaría poder a las autoridades de Kiev. La descentralización propuesta por EEUU llevaría simplemente a un pequeño incremento de las competencias de las regiones en temas locales o fiscales”, señaló el politólogo ruso, Alexander Gushchin.
“Kiev podría realizar cambios internos bajo la presión de sus patrocinadores occidentales, especialmente EEUU. Es poco probable, sin embargo, que Ucrania acepte convertirse en una república federal”, añadió.
Rusia desea que las regiones del Este y el Sur del país tengan un derecho de veto en la práctica en los temas de política nacional e incluso de política exterior.
El primer objetivo de la administración estadounidense, por su parte, es la de alejar a las tropas rusas de la frontera oriental de Ucrania. Altos funcionarios norteamericanos reconocen, sin embargo, de manera informal que Rusia quiere utilizar este despliegue militar solamente como una carta en las negociaciones.
“Es Rusia la que ha de decidir donde sitúa sus tropas. Nosotros no decimos a los norteamericanos que cierren una base en California o en Texas. Es absurdo”, señaló el rector de la Escuela Diplomática del Ministerio ruso de Exteriores, Eugueni Bayanov.
En lo que se refiere a Crimea, Kerry calificó durante su último encuentro con Lavrov de “ilegítima e ilegal” la incorporación de la península a Rusia. Sin embargo, esta cuestión ha estado ausente del diálogo, puesto que EEUU da por hecho que Crimea ha pasado ya a formar parte de Rusia para siempre.