La Casa Blanca puso en guardia el jueves a Rusia contra el recurso al arma energética en su conflicto con Ucrania.
La Casa Blanca puso en guardia el jueves a Rusia contra el recurso al arma energética en su conflicto con Ucrania, después de que Moscú decretara el pasado 1 de abril una subida de un 80% de los precios del gas que Ucrania importa, debido a la anulación de los descuentos que Rusia ofreció a su vecino durante el mandato del presidente Viktor Yanukovich.
“Son los mercados lo que deberían determinar el precio del gas”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. “Ningún país debería recurrir al aprovisionamiento o a los precios (de la energía) como medio de presión en Ucrania o en otra parte,” afirmó.
Rusia anuló el jueves el último descuento concedido a Ucrania, lo cual ha hecho subir el precio de este producto hasta los 485 dólares por cada 1.000 metros cúbicos, que es el mismo precio que otros países, como Alemania, pagan por el gas ruso.
El miércoles en Bruselas, EEUU y la UE denunciaron la utilización de la energía como “un arma política o un instrumento de agresión” y pusieron en guardia a Rusia contra las consecuencias económicas de una política destinada a desestabilizar a las nuevas autoridades de Ucrania.
Deudas impagadas
Por su parte, el consorcio ruso Gazprom anunció el martes que, a causa de los impagos que continúan por parte de las autoridades ucranianas, había decidido, a partir del 1 de abril, no prolongar más los descuentos que estaban vigentes desde diciembre, según señaló el presidente de la junta de directores de la compañía, Alexei Miller.
Durante las negociaciones celebradas en Moscú el 17 de diciembre pasado entre el presidente Vladimir Putin y su homólogo ucraniano Víktor Yanukovich, las partes acordaron una rebaja de la tarifa del gas hasta un precio de 268,5 dólares por cada 1.000 metros cúbicos.
Esto suponía un enorme favor de Rusia a Ucrania. Sin embargo, el derrocamiento del presidente pro-ruso y su reemplazamiento por una facción pro-occidental ha llevado a Gazprom a eliminar este descuento.
Según una fuente de la compañía, citada por la agencia Interfax, los adeudos de Kiev por el gas ruso ascienden a 1.700 millones de dólares. El total de la deuda de Ucrania con Rusia es de 16.000 millones de dólares. Esta cantidad está en vías de incrementarse en un momento en el que el país carece además de liquidez.
A finales de 2013 la deuda exterior de Ucrania equivalía al 36% del PIB, pero en la actualidad no para de crecer. Los mayores precios del gas obligarán a Ucrania a tomar más préstamos e incrementar su deuda. Este creciente endeudamiento devorará también las ayudas europeas y estadounidenses a la economía ucraniana. Según algunos analistas, Ucrania podría declararse en bancarrota en septiembre y esto podría hundir a las nuevas autoridades anti-rusas de Kiev.
No es, pues de extrañar, que el primer ministro interino, Arseniy Yatseniuk, se haya mostrado irritado contra el gobierno ruso y haya declarado que el anuncio del incremento de los precios del gas por parte de Gazprom es “absolutamente inaceptable”.
Algunos países occidentales podrían a corto plazo suministrar gas a Ucrania con los precios rebajados, pero es muy improbable que la UE, que sufre una aguda crisis económica y social, esté dispuesta a mantener tales descuentos a largo plazo.