Cuando el multimillonario Rafik Hariri se mueve dentro de Beirut, todo el mundo toma nota de ello. Su limusina está equipada con un dispositivo capaz de frustrar cualquier intento de asesinato a través de un coche bomba.
“Cuando el multimillonario Rafik Hariri se mueve dentro de Beirut, todo el mundo toma nota de ello. Su limusina está equipada con un dispositivo capaz de frustrar cualquier intento de asesinato a través de un coche bomba. La señal de los teléfonos móviles queda bloqueada en el área cercana al convoy. Cada vez que sale de su casa, sus escoltas camuflados llevan a cabo patrullas en las calles”.
Esta cita fue extraída de un archivo completo presentado por el fundador del Comité Americano por un Líbano Libre - Ziad Abden Nur - en cooperación con Gazi Kambel. Ellos publicaron el archivo en un boletín de Middle East Intelligence en 2001.
“El informe es muy interesante en términos de la información contenida y la posición política del editor”, declaró el experto forense alemán Jurgen Kulbel al comentarlo.
ORGANIZACION SIONISTA
En una entrevista exclusiva con el sitio de Al-Manar, el experto alemán dijo que “el informe es del Comité Americano por un Líbano Libre, y fue publicado años antes del asesinato de Hariri. El comité es cercano a los neoconservadores y mantiene buenas relaciones con los lobbies de presión judío y cristiano evangélico, mientras coordina sus actividades con la política del partido Likud israelí a través del Instituto Judío para Asuntos de Seguridad Nacional (JINSA).”
“Además de eso, hay una fuerte relación entre el comité, la Unión Ortodoxa, el AIPAC y la Coalición Cristiana. Eso es por lo que muchos observadores consideran el comité de Abden Nur como una organización bélica israelí que trabaja en contra de Líbano y Siria. Se trata de una estructura israelí con una máscara libanesa”, agregó.
"Este comité ha publicado en su sitio web (http://freelebanon.org/) fotos de algunas figuras políticas libanesas como objetivos para ser atacados después de acusarles de ser agentes sirios en Líbano. Entre ellas está Nabih Berri, Emil Lahud, Walid Yumblat, Rafik Hariri y otros. Lo interesante es que entre esas fotos hay una de Elias Hobaiqa con una cruz roja sobre ella, lo que significa que ya había sido eliminado”, señaló Kulbel.
FABRICADO EN ISRAEL
El experto alemán añade que “es bien sabido que el convoy de Hariri estaba equipado con uno de los últimos inhibidores de frecuencia israelíes, producidos por Netline Communications, que funcionan como teléfonos móviles y bloquean señales en un radio de 500 metros, para evitar un intento de asesinato por un coche bomba o bombas detonadas por radio.”
Kulbel estableció un vínculo entre el informe y el análisis del periodista "Menhaj Qodwa" -especializado en política- en el que escribió:
“Con el tiempo se pondrá de manifiesto quienes son los asesinos de Hariri. Sin embargo, los medios utilizados en asesinato - aunque Hariri tenía los dispositivos de bloqueo más seguros del mundo- indican que la operación fue orquestada por gente que sabía cómo alterar los inhibidores”.
El experto forense alemán señaló que la información sobre los inhibidores de frecuencia es muy importante y sirvió de punto de partida en su proceso de investigación como periodista y experto en criminología. “Esta información fue el incentivo para pedir una entrevista al fabricante israelí, ya que él es el único que sabe cómo desmantelar el sistema de seguridad del dispositivo.”
Refiriéndose a su libro, “El Asesinato de Hariri – Las Evidencias Ocultas”, publicado en mayo de 2006, Kulbel dijo: “Antes de acabar de escribir este libro, un experto que vive en Suiza me informó de que Hariri había tomado la decisión de comprar inhibidores de frecuencia israelíes y rechazó los suizos”.
El experto también dijo que el fabricante -que también trabaja para el Mossad- sabía cómo sus dispositivos de interferencia funcionaban y la forma de neutralizarlos.
Respondiendo a una pregunta sobre la posibilidad de que Hariri hubiera podido obtener los dispositivos directamente de los israelíes, el experto alemán dijo que “Hariri podía haberlos adquirido en cualquier otro país, a pesar de estar fabricados en Israel.”
“(El jefe de la investigación internacional Detlev) Mehlis sabía toda esta información, y no tengo ni idea de por qué la ocultó deliberadamente”, agregó Kulbel con sarcasmo.