El primer ministro libio, Abdulá al Zinni, ha dimitido abruptamente de su puesto una semana después de que el Parlamento le encargara la misión de formar un nuevo gobierno.
El primer ministro libio, Abdulá al Zinni, ha dimitido abruptamente de su puesto una semana después de que el Parlamento le encargara la misión de formar un nuevo gobierno.
El domingo, Al Zinni anunció en el sitio del gobierno que su decisión estaba relacionada con un ataque armado contra su familia en un barrio residencial de la capital libia, Trípoli.
Al Zinni dijo que el ataque llevado a cabo el sábado por la noche había aterrorizado a la población y puesto algunas vidas en peligro.
Él dijo además que había tomado su decisión para “proteger los intereses del país y no empujar a diferentes lados a una confrontación en la que no habría un ganador”.
Al Zinni, sin embargo, añadió que él permanecerá en su puesto como interino hasta que sea nombrado un nuevo primer ministro.
Él fue ministro de Defensa bajo el presidente Ali Zeidan y recibió luego un mandato temporal tras el derrocamiento de este último.
El Parlamento aprobó un voto de censura contra Zeidan tras un choque habido entre fuerzas del gobierno y una milicia en el puerto de Al Sidra, en el este del país.
Libia ha sido testigo de numerosos enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y milicias, que jugaron un papel importante en el derrocamiento del régimen de Muammar el Gadafi.
Dichas milicias, algunas de ellas de ideología extremista próxima a la de Al Qaida, fueron ayudadas por fuerzas de la OTAN durante la guerra civil desatada en 2011.
Casi tres años después de la caída de Gadafi, el país está todavía inmerso en una situación de inseguridad.
Las milicias se niegan a entregar las armas a pesar de los esfuerzos del gobierno central de imponer la ley y el orden.
Miles de airados manifestantes libios tomaron recientemente las calles de distintas ciudades del país para protestar contra la falta de seguridad.