Tropas del Ejército Árabe Sirio eliminaban hoy en el pueblo de Malula a los últimos remanentes y francotiradores de los grupos de militantes armados que permanecen rodeados en esa villa.
Tropas del Ejército Árabe Sirio eliminaban hoy en el pueblo de Malula a los últimos remanentes y francotiradores de los grupos de militantes armados que permanecen rodeados en esa villa.
La víspera, varios destacamentos de las Fuerzas Armadas lograron reconquistar los pueblos de Al Sarja y Yebeh, así como de la localidad de Malula, a unos 55 kilómetros al norte de Damasco, ubicados todos en la región montañosa del Qalamún, fronteriza con El Líbano.
Como parte de las mismas operaciones antiterroristas, también se recuperó el control total de las escarpadas elevaciones que rodean a esas comunidades, luego de eliminar a gran número de los terroristas del Frente al Nusra (rama de la red Al Qaida en Siria) y del llamado Ejército Libre Sirio, que se atrincheraban en ellas.
Esos avances de las tropas gubernamentales marcan, de hecho, el inicio de una nueva etapa en la eliminación de los últimos reductos terroristas en la provincia de Damasco Campo.
En los últimos meses, como parte de una ofensiva estratégica en el Qalamún, las Fuerzas Armadas, con el apoyo de combatientes del movimiento libanés Hezbolá, reconquistaron las principales ciudades de esa región, desde donde los grupos de la llamada oposición armada pretendían dividir el país en sus regiones sur y norte, y lanzar "el ataque final" contra Damasco.
Por su ubicación, adyacente a la frontera libanesa, las áridas montañas del Qalamún se convirtieron en una de las principales bases de los extremistas, quienes implementaron en ellas sus principales vías de suministros de armas desde El Líbano hacia el interior de Siria, y de nuevos grupos armados.
Enclave histórico mundial
Malula, la más reciente de las localidades recuperadas, es un pequeño pueblo de pocos miles de habitantes, enclavado en un desfiladero rocoso con pocos accesos naturales.
Actualmente es el único lugar del mundo habitado por una mayoría cristiana donde todavía se habla el arameo (la lengua de Jesús), tesoro oral que se trasmite de forma natural de padres a hijos.
En el están enclavados dos importantes monasterios, el de Santa Tecla y el de Mar Sarkis, o San Sergio, construido en el siglo IV, y que posee uno de los primeros altares cristianos sirios.
No obstante, esa riqueza cultural no lo salvó del ensañamiento de los grupos de extremistas, que en agosto de 2013 lanzaron un primer ataque. Desalojados poco después por el ejército, irrumpieron nuevamente en diciembre de ese año, ocasión en la cual secuestraron a 12 monjas de Santa Tecla.
El hotel al Safir, destino de muchos turistas y peregrinos, y que contempla desde la altura a toda la ciudad de Malula, fue totalmente destruido en los combates.
Hoy día solo quedan ruinas chamuscadas que hablan por sí solas de los devastadores efectos que la actual guerra en Siria ha tenido sobre gran parte de la infraestructura nacional.
A su lado, el monasterio de San Sergio resultó menos afectado por el desenfreno destructivo de los extremistas. No obstante, muchos de sus milenarios muros ya no existen, en tanto no queda un solo local en su interior intacto.
En la pequeña capilla los escombros ocupan el lugar de los fieles sobre los bancos milagrosamente sanos, mientras de altar no queda mucho.
Por todo el piso del convento, símbolos cristianos destruidos alternan con escombros de los techos, y en una imagen surrealista, comidas a medio servir quedaron sobre la mesa esperando el fin de los combates.
Sin embargo, los peores efectos de la guerra no se aprecian en las edificaciones semidestruidas, sino en algunos soldados que se encuentran desplegados en la zona.
Así, Ahmed, artillero de un tanque desplegado en el vecino pueblo de Al Sarja, no puede ocultar una herida en su frente, huella de un cohete que para su fortuna impactó al costado del blindado.
Mientras, dentro de Malula las tropas de Damasco culminan las labores de desminado y desactivación de los artefactos explosivos plantados por los armados para, luego, proseguir en otras localidades el avance sobre los terroristas, progreso que ya constituye la tendencia dominante de la guerra en Siria.
Manuel Vázquez – Prensa Latina