La operación militar lanzada por las autoridades de Kiev en el Este de Ucrania ha comenzado, pero parece que se ha estancado ya en las dos primeras ciudades donde ha tenido lugar.
La operación militar lanzada por las autoridades de Kiev en el Este de Ucrania ha comenzado, pero parece que se ha estancado ya en las dos primeras ciudades donde ha tenido lugar. Los militares ucranianos se retiraron de Sloviansk el miércoles y otros se rindieron a los residentes locales. Hemos similares han tenido en Kramatorsk.
Lo peor para el gobierno de Ucrania fue la deserción de la 25ª Brigada Aerotransportada de Dnipropretrovsk, una unidad supuestamente de élite. Sus miembros se rindieron sin lucha al verse rodeados por civiles locales y entregaron además sus vehículos blindados a las milicias que apoyan la causa de los manifestantes.
Ucrania desplegó las tropas creyendo aparentemente que los residentes no apoyaban realmente las protestas. Cuando los militares llegaron, ellos fueron abucheados por los habitantes de las ciudades y muchos rehusaron seguir las órdenes de tomarlas por la fuerza. Miembros de las milicias locales han colocado banderas rusas en los vehículos blindados.
El Ministerio de Defensa de Ucrania intentó en un primer momento desmentir las noticias de las rendiciones en las dos ciudades. El partido ultra Svoboda afirmó incluso que la colocación de la bandera rusa en los vehículos era un “truco” para pasar entre las multitudes. Sin embargo, las autoridades ucranianas tuvieron más tarde que reconocer que seis vehículos blindados se habían rendido y que otros 15 ni siquiera se molestaron en llegar a Sloviansk.
Según a agencia Interfax, que cita activistas de las milicias de autodefensa locales, unos 300 militares ucranianos arrojaron sus armas y regresaron a sus bases. Según los informes de medios locales, los residentes no permitieron a los soldados regresar a sus vehículos, pero sí conservar sus armas. Los residentes ovacionaron luego a los militares. Algunos de estos dijeron que sus mandos les habían ordenado “proceder contra los invasores rusos que habían tomado a la población local como rehenes y que están librando una guerra contra nosotros”.
Las tropas desplegadas en la ciudad de Kramatorsk también se vieron rodeadas por civiles, que explicaron que no había ocupantes en la ciudad. Los militares ucranianos, por su parte, afirmaron que no acatarían las órdenes de disparar contra civiles. Algunos soldados se unieron a los residentes locales y otros decidieron permanecer “neutrales”.
En el pueblo de Pchiolkino, al sur de Kramatorsk, los residentes bloquearon un gran convoy de vehículos blindados. La población pidió que los militares que volvieran a su base de Dnipropetrovsk.
Sin embargo, no todos los soldados ucranianos están dispuestos a rendirse o detener su marcha. Un vídeo colocado en Ustream muestra a un soldado amenazando con una granada a los civiles que intentan bloquear un convoy de vehículos blindados cerca de Kramatorsk.
De este modo, los observadores señalan que la operación diseñada por Kiev ha terminado en un completo fracaso y que varios vehículos blindados y armas están ahora en poder de las milicias locales. Peor aún, Kiev podría haberse quedado sin cartas que jugar en sus negociaciones con los activistas del Este de Ucrania que buscan la federalización del país o su unión a Rusia.