Seymour Hersh acaba de hacer importantes revelaciones sobre un acuerdo de EEUU con Turquía, Arabia Saudita y Qatar para el envío de armas desde Libia a los rebeldes de Al Qaida que operan en Siria.
El célebre periodista estadounidense Seymour Hersh acaba de hacer importantes revelaciones sobre la existencia de un acuerdo de EEUU con Turquía, Arabia Saudita y Qatar para el envío de armas desde Libia a los rebeldes de Al Qaida que operan en Siria [1].
Pero lo más grave que se menciona en ese artículo es el ataque químico perpetrado por el primer ministro turco Recep Tayyib Erdogan en las inmediaciones de Damasco, a finales de agosto de 2013, y la decisión del presidente estadounidense Barack Obama de renunciar a la agresión militar directa contra Siria, no como resultado del descubrimiento del complot turco sino debido a la evaluación de la correlación de fuerzas en el plano militar.
Esas revelaciones, al igual que otros hechos, prueban que la victoria de Siria y del presidente Bashar al Assad es inevitable e inminente y está provocando las peores pesadillas en Washington, París y Londres, y más particularmente en Riad, Doha y Ankara.
Primeramente: Seymour Hersh revela que EEUU creó lo que la CIA ha venido llamando «el canal de las ratas» para enviar ayuda a los grupos de Al Qaida en Siria. El financiamiento y el envío de armas provenientes de los arsenales libios fueron confiados al trío Arabia Saudita-Turquía-Qatar.
El incidente registrado en mayo de 2012, cuando el Ejército libanés descubrió 60 toneladas de armas provenientes de Libia a bordo del barco Lutfallah II, confirma esas revelaciones [2]. Las autoridades libanesas enterraron el caso para proteger a responsables políticos [libaneses] y de los servicios de seguridad, vinculados al ex primer ministro Saad Hariri, quienes estaban implicados en ese tráfico. Según las informaciones que publica Hersh, es evidente que la actitud de los dirigentes libaneses respondía a exigencias de EEUU y Arabia Saudita.
Segundo: Los hechos que revela Seymour Hersh, citando fuentes de los servicios de inteligencia estadounidenses, sobre el papel de Erdogan y de Al Qaida muestran que el primer ministro neo-otomano está en plena crisis de histeria por las sucesivas derrotas de los grupos terroristas en Siria. Erdogan está aportando una ayuda ilimitada al Frente al Nusra y lo hace con la bendición de EEUU.
Al Nusra es el representante oficial de Al Qaida en Siria, oficialmente acreditado por Aiman al Zawahiri, participante fundamental en la agresión contra Siria. Las acciones de este dirigente de Al Qaida tienen cobertura y respaldo de EEUU, de los demás Estados occidentales y de los gobiernos de Arabia Saudita, Turquía y Qatar. Lo cual demuestra que todas las declaraciones de esos países sobre la lucha contra el terrorismo son puras mentiras.
Tercero: Las informaciones citadas en el artículo [de Hersh] prueban, sin dejar lugar a dudas, que Erdogan es un criminal de guerra ya que ayudó a Al Qaida a conseguir el gas tóxico para utilizarlo en las masacres cometidas contra la población siria en Jan al Assal y en la Guta Oriental [inmediaciones de Damasco] para justificar así la guerra de la OTAN contra Siria, guerra que financia Arabia Saudita.
Seymour Hersh revela que el ataque de EEUU y la OTAN, planificado para comenzar el 2 de septiembre de 2013, en realidad era una guerra de exterminio contra el ejército sirio y las infraestructuras de Siria. La revelación de esas informaciones viene a confirmar las cualidades de líder del presidente Bashar al Assad, quien tomó oportunamente la decisión de resistir a la agresión y posteriormente de aceptar el compromiso sobre las armas químicas, propuesto por Rusia, dados los numerosos indicios sobre el retroceso de EEUU ante la fuerza de disuasión de Siria, el Eje de la Resistencia y Rusia.
Cuarto: Seymour Hersh indica que la decisión de Barack Obama de anular el ataque contra Siria fue consecuencia de las evaluaciones del Estado Mayor Conjunto transmitidas al presidente estadounidense por el general Martin Dempsey. Esas evaluaciones subrayaban que un ataque contra Siria podía hundir a EEUU y la OTAN en una guerra regional y mundial costosa y de resultado imprevisible.
Esto prueba que la decisión de Siria de resistir, las claras advertencias de Irán y la firme posición de Rusia determinaron el retroceso de Washington.
La pesadilla que tanto teme la alianza en guerra contra Siria se está haciendo realidad con cada progreso del Ejército Árabe Sirio en el campo de batalla y con la creciente popularidad del presidente Assad. Cada vez son más numerosos los sirios que ven en este jefe del Estado la única persona capaz de salvar el país de la amenaza terrorista, de preservar su unidad y de restaurar la calma y la seguridad.
Pero la pesadilla de la coalición anti-siria llegará su punto culminante cuando Assad sea reelecto para un nuevo mandato, mientras que el Ejército Árabe Sirio sigue avanzando en las diferentes regiones de Siria, aplastando a su paso los grupos terroristas.
Vivir para ver.
Ghaleb Kandil – Tendances d´Orient y Red Voltaire