La Comisión General de la Revolución Siria anunció su retirada de la Coalición Nacional Siria y la expulsión de una de sus miembros que ocupaba el cargo de vicepresidenta de la coalición.
Nada va bien en el seno de la Coalición Nacional Siria, que incluye a diferentes facciones de la oposición siria apoyadas por las monarquías árabes y las potencias occidentales.
Criticada en todas partes y descalificada con todos los nombres posibles, la situación parece agravarse después del anuncio de uno de sus componentes de su intención de abandonarla.
Intereses personales
El pasado jueves, la Comisión General de la Revolución Siria (CGRS) anunció su retirada de la Coalición Nacional Siria y la expulsión de una de sus miembros, Suheir Ataci, que ocupaba el cargo de vicepresidenta de la coalición.
En un comunicado, publicado en el sitio “Amway” (Olas), vinculado a opositores sirios que viven en Canadá, la CGRS reprochó a ciertos miembros de la Coalición que dilapiden los fondos de la misma para sus propios intereses personales. Ella reprocha a otros miembros su aparición en los canales de televisión por satélite para promocionarse personalmente y no para obrar fielmente en favor de la “revolución”.
La CGRS también denunció la manipulación de la Coalición por diferentes países que la han dividido en grupos que se oponen unos a otros con el fin de satisfacer los intereses de los países que los patrocinan.
Siempre según esta facción, la Coalición ha cometido graves errores como el no haber otorgado un tercio de sus sitios a los “representantes revolucionarios del interior” en el último encuentro de Estambul y el no haber apoyado convenientemente a la “revolución siria”.
En lo que se refiere a Suheir Ataci, ella ha sido acusada por la CGSR de haber cobrado la suma de 200.000 dólares que iban destinados a esta organización, pero ésta no vio nunca el dinero. Ataci ha desmentido este hecho.
Galiun; una mentalidad de parásitos
La Coalición ha sido criticada violentamente también por el jefe de uno de sus componentes, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que fue en su día la instancia primera de la insurrección.
El jefe del Consejo, Burhan Galiun, que vive en Francia, acusó a los dirigentes de la Coalición de tener “una mentalidad de parásitos”.
Galiun ha reproducido en su cuenta de Facebook estas acusaciones, que han sido recogidas por el periódico sirio Al Watan.
Él afirmó estar sorprendido por el rechazo de estos dirigentes a consagrarse a tiempo completo a la Coalición durante la última reunión de la Asamblea Política celebrada el 6 de abril en Estambul.
“Esta posición (de estos dirigentes) refleja su mentalidad de parásitos. Ellos perciben los cargos que ocupan no como una responsabilidad que les incumbe cumplir sino como un privilegio que les sirve para elevarse en la jerarquía social, reforzar su imagen y garantizarse un porvenir”, afirmó.
Una creación de las embajadas occidentales
Otra crítica acerba proviene de una tercera facción de la oposición siria que ha rechazado unirse a la Coalición, la Corriente por el Cambio Nacional (CCN), según indicó el mencionado sitio Amway.
Este grupo reprocha a la Coalición que durante su último encuentro en Estambul, ella hablara de todo menos de la revolución siria. “Las discusiones se centraron en el reparto de poder, lo que ha eliminado lo poco que quedaba de decisión nacional”. El grupo reveló que la Coalición “ha consagrado una nueva regla política que amenaza la unidad de los diferentes componentes del pueblo sirio “al distribuir a la manera libanesa e iraquí asientos y cargos en base a criterios confesionales”.
Decepcionado por la ausencia de una “oposición real”, la CCN ha atacado a la Coalición por haber sido “creada por las embajadas occidentales y las cadenas por satélite”.
Una cuarta instancia de la insurrección ha expresado también su desconfianza. Se trata del Consejo Revolucionario Supremo que ha decidido retirar su confianza a la Coalición y al Consejo Nacional Sirio.
Entre Arabia y Qatar
Además de las divergencias internas, la Coalición Nacional Siria está sometida a fuertes tensiones entre los miembros que están pagados por Arabia Saudí y los que reciben fondos de Qatar sobre el trasfondo de los desacuerdos entre los dos países.
La influencia de Qatar ha estado declinando desde que Arabia Saudí colocó a Ahmed Yarba, un hombre con notorios vínculos con la Inteligencia saudí, como presidente de la Coalición.
El pasado mes de marzo, algunos dirigentes vinculados a Qatar como el ya mencionado Galiun, Michel Kilo, Mustafa Sabbag y el ex primer ministro desertor Riad Hiyab decidieron no presentar un candidato para disputar el poder a Yarba a cambio de que fuera creada una instancia consultiva que funcionara a modo de comité de sabios. Sin embargo, Galiun se ha quejado recientemente que los dirigentes de la Coalición se han negado a trabajar con dicha instancia.