Agentes de inteligencia saudíes y franceses están situados en la frontera entre Jordania y Siria con el fin de poner en práctica un complot terrorista diseñado y preparado por París y Riad.

Agentes de inteligencia saudíes y franceses están situados en la frontera entre Jordania y Siria con el fin de poner en práctica un complot terrorista diseñado y preparado por París y Riad para intentar sabotear la realización de las elecciones presidenciales en Siria.

Fuentes de Al Manar, que citan informes de inteligencia familiarizadas con la operación llevada a cabo por el Ejército en Homs, señalan que Francia y Arabia Saudí han mostrado su inquietud por los avances del Ejército sirio y su éxito en lo que respecta a cortar la ruta que abastecía a los terroristas en la ciudad desde la frontera libanesa, que se halla ahora bajo control militar tras la toma de la totalidad de la región de Qalamún por el Ejército sirio.

Según estas fuentes, hay pánico y confusión entre los terroristas y la Inteligencia saudí ha amenazado incluso a un grupo de líderes de los militantes con la liquidación si la batalla de Homs se decide en favor del Estado.

Las fuentes señalan que París y Riad están presionando a los terroristas para abrir otros frentes alrededor de Homs para distraer a las fuerzas militares que actúan en la ciudad y que la Inteligencia francesa, con financiación saudí, está preparando el envío de armas antiaéreas a los militantes a pesar de las advertencia lanzada por los servicios de inteligencia europeos sobre la posibilidad de que tales armas sofisticadas caigan en manos de terroristas dispuestos a emplearlas contra aviones civiles de países occidentales.

Las fuentes confirman que las batallas que se llevan a cabo en Homs y la Guta Oriental supondrán, en el caso de la probable victoria del Ejército, otra grave derrota para Arabia Saudí y sus agentes en Siria.

Irritación saudí con Allush

Según algunas fuentes, Arabia Saudí se muestra también irritada con el líder del Frente Islámico, Zahran Allush, un hombre estrechamente conectado con la Inteligencia saudí y que cursó sus estudios en el reino wahabí. Los saudíes reprochan a Allush el hecho de que no haya seguido las instrucciones que ellos le han dado y sus sucesivos fracasos.

Durante su reciente visita a Arabia Saudí, los dirigentes saudíes ofrecieron 150 millones de dólares a Allush a fin de activar las operaciones en la provincia de Damasco.

A la vuelta de Arabia Saudí, Allush aumentó el número de combatientes de su organización, pero no tuvo en cuenta el pago de sus salarios ni aseguró suficientes municiones para ellos. Él redujo además su relación con el Estado Mayor del Ejército Sirio Libre, que era el responsable de garantizarle armas y municiones.

Además, en lugar de aparecer como un líder “revolucionario”, él apeló al yihad dejando en evidencia a los saudíes ante los países europeos y EEUU y demostrando que la ideología del Frente Islámico y el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida, es la misma.

Por último, Allush y sus fuerzas han sido acusados de cobardía durante las recientes batallas de la región de Qalamún. En Yabrud, por ejemplo, las fuerzas del FI huyeron de la batalla dejando solas a las del Frente al Nusra, que soportó todo el peso de la ofensiva militar contra la ciudad, que fue conquistada en menos de 48 horas.