Turquía se inmiscuye cada vez más en el conflicto sirio.
Turquía se inmiscuye cada vez más en el conflicto sirio.
Tras haber sido uno de los primeros países que incitaron a la insurrección en Siria y contribuido a la militarización de la crisis y tras haber servido durante largo tiempo de punto de paso de los militantes venidos de los cuatro rincones del mundo y del armamento y apoyo logístico a los terroristas, Ankara ha enviado a sus propias tropas a ese país.
El pretexto invocado es el de impedir la destrucción de la tumba de Suleiman Shah, fundador de la dinastía de los Otomanos, que se halla en Karra Kozak, a 25 kms de la frontera en territorio sirio.
Según los medios turcos, un convoy militar formado por 12 vehículos blindados, 6 tanques y 300 soldados además de un camión que transporte de alimentos entraron en suelo sirio a través del punto de paso fronterizo de Soruy, en la localidad de Ein al Arab, sin el permiso de las autoridades sirias.
Esta zona está controlada por la milicia del Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), que había amenazado con tomar y destruir el mausoleo en cuestión como hizo anteriormente con otras tumbas religiosas. Sin embargo, tras la advertencia turca, el grupo se ha abstenido de todo ataque.
Un portavoz del EIIS dijo que sus militantes habían escoltado a los militares turcos hasta el mausoleo para evitar cualquier agresión que creara una cizaña entre el grupo y los turcos. “El Estado (EIIS) no tiene intención de abrir un frente contra los turcos mientras éstos no intenten agredirnos”, señaló.